Granjas de apicultura han crecido 10% anual en el país durante los últimos cinco años
La apicultura es un importante actor de la producción de alimentos y de la seguridad alimentaria, debido a que 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen de la polinización para su producción, y a que las abejas corresponden al mayor grupo de insectos, entre miles de especies nativas. Todo ello asegura la reproducción de estos productos agrícolas, lo cual hace que mejore su calidad y cantidad.
Durante los últimos cinco años, en Colombia la apicultura ha crecido de forma constante, un 10% anual, contando hoy con más de 135.000 colmenas en desarrollo y alcanzando una producción promedio de 4.000 toneladas de miel, procedente de las regiones Andina, Caribe y Orinoquía, con una participación de 50%, 30% y 20%, respectivamente.
Esta producción ―que además de ser rentable para la economía nacional, propicia la polinización necesaria para la conservación de la flora nativa, la recuperación de bosques degradados y acelerar la reforestación de especies nativas― se realiza en un total de 23 departamentos del territorio nacional, con un aproximado de 3.000 apicultores que generan 3.000 empleos directos y 6.000 indirectos.
En la región Andina colombiana (en especial, Boyacá y Cundinamarca, existe un gran potencial de producción de polen, donde se alcanzan producciones de 40 kg/Colmena/Año, en comparación con producciones anuales en países europeos, de 13 a 20 kg/Colmena/Año.
Javier Pérez, Decano de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Fundación Universitaria San Martín afirma que “el impacto de las abejas sobre el medioambiente es enorme, por no decir incalculable, pues resulta complejo cuantificar sus servicios ambientales directos e indirectos como polinización, conservación del recurso genético y en la economía campesina”. Además, enfatizó que se estima que por cada peso que gana un apicultor, las abejas aportan entre 10 a 20 pesos al ambiente y a la comunidad circundante.
El valioso aporte de las abejas
A partir de las abejas, se pueden producir múltiples alimentos y productos de cuidado personal. Además de obtener productos propios de las colmenas como miel, polen, propóleo, cera, apitoxina (veneno de abeja), jalea real, entre otros, se obtiene una diversa cantidad de productos derivados como bálsamos labiales, jabones, algunos cosméticos con inclusión de miel, jalea real o apitoxina.
Uno de los más valiosos aportes de estos insectos es la polinización de cultivos de manera natural o técnica, dentro de los que figuran más de 70 cultivos vegetales, entre estos, frutales, hortalizas, oleaginosas y semillas; los cuales proveen de alimento a la humanidad.
El medioambiente es otro de los grandes beneficiados de la actividad apicultora. Siendo Colombia el segundo país más biodiverso del mundo, en gran parte del territorio nacional se pueden mantener abejas, ya que contamos con unas condiciones propicias de luz, temperatura y humedad.
En Colombia, las abejas se pueden encontrar “desde el nivel del mar hasta los 3,500 msnm, por lo general cerca de bosques húmedos y bosques altoandinos, en los llanos orientales y en pie de monte de nuestras cordilleras”, según lo expresa Alonso López Durán, Zootecnista y docente de la Fundación Universitaria San Martín.
Las abejas son “seres que contribuyen a la salud animal, ambiental y humana (One Health), ya sea con sus servicios ambientales, sus deliciosos y naturales productos o la satisfacción de trabajar con ellos y estar aportando algo a nuestro planeta”, afirmó López Durán.
Apicultura, investigación, desarrollo e innovación
En Colombia existe un total de 37 grupos de investigación asociados a la cadena apícola. En los últimos años se han realizado 17 proyectos de Investigación + Desarrollo + innovación (I+D+i) con entidades nacionales (públicas y privadas), en los que se han destacado universidades públicas y organismos estatales con 15 publicaciones científicas generando conocimiento para la Cadena Apícola y las partes interesadas.
Debido al gran interés del gremio apícola, sociedad civil, organizaciones públicas, entidades privadas con el liderazgo de la Cadena Productiva de las Abejas y la Apicultura de Colombia se han alcanzado importantes logros como un censo apícola actualizado, creación de normativas para calidad y sanidad de productos apícolas, impulso de acciones para protección de las abejas, acciones contra la falsificación de miel, promoción de la conservación y protección de las abejas, entre otros.