Futuro de la caficultura pasa por el de los caficultores
171.2 millones de sacos de 60 kilogramos de café es la cifra récord publicada en junio 2018 por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y corresponde a la previsión de producción mundial de café para el año 2018/2019.
A la par que la producción crece la demanda lo hace también. El consumo de café ha ido aumentando de casi 20 millones de sacos entre 2013 y 2018 (previsión a mitad de año), y según el World Coffee Research, se espera que al 2050, la demanda se acerque a 300 millones de sacos.
A pesar de este panorama y cifras alentadoras, la caficultura debe combatir amenazas que hasta el momento no han sido enfrentadas.
Uno de los principales desafíos es el cambio climático. El WCR, en su reporte anual del 2017 resalta que el “47% de la producción de café proviene de países como Brasil, India y Nicaragua, países en los cuales se espera que más del 60% de las áreas cultivables” se verán afectadas por el cambio climático de aquí al 2050. El WCR subraya que “la producción global para el 2050 podría llegar a ser menor a la actual”.
Por su parte, Colombia, gracias a la diversidad de sus terroirs cafeteros y pisos térmicos debería verse impactada en una menor medida: menos del 25% de las áreas de producción cafeteras actuales deberían verse afectadas, si no se realizan actividades para darle solución durante este tiempo.
Al desafío del cambio climático, se le suma el relevo generacional cafetero en Colombia, dado que, en el país, el futuro de la caficultura pasa por el futuro de los caficultores. En esto radica la sostenibilidad cafetera.
Iniciativas para el futuro de los caficultores
Para remediar esta situación, Nespresso lanzó en el 2014 el proyecto Farmer Future, establecido en conjunto con el Ministerio del Trabajo, la Cooperativa de Caficultores de Aguadas, Caldas y Fairtrade International, con el que busca encontrar soluciones para que los caficultores acceden a un sistema de ahorro para la vejez.
El programa se creó bajo la lógica de que, sin ahorro para retirarse, no hay relevo generacional, ya que, sin un ahorro adicional al café, el caficultor no puede heredar su finca a la siguiente generación. También, se evidencia un proceso de empobrecimiento de los caficultores de edad avanzada: cuanto mayor es, menos capacidad de trabajo tiene para mantener sus cultivos, lo que impacta el ingreso de la finca.
En este sentido Farmer Future nació bajo la premisa de que las contribuciones del gobierno a los fondos de pensiones aportan seguridad a los caficultores y ayudan a atraer una nueva generación de productores, manteniendo así la tradición cafetera colombiana.
A la fecha 1.100 caficultores certificados Fairtrade AAA, hacen parte del plan de ahorro para el retiro, establecido en el marco del esquema colombiano de los Beneficios Económicos Periódicos (Beps).
El proyecto se organiza alrededor de tres contribuyentes: Nespresso, a través del sobreprecio que paga a la cooperativa por ser certificada FairTrade; el ahorro que pueden hacer los caficultores de manera seguida y tanto como quieran; y el aporte del proviene del 20% de todo lo invertido del Gobierno Nacional.
Vale la pena destacar que el proyecto ofrece una alternativa a todos los caficultores, independientemente de su edad. Si el caficultor tiene una edad avanzada, el ahorro se vuelve un seguro de vida; si es más joven, se vuelve un ahorro para su retiro, permitiendo dejar un espacio en la finca para que la siguiente generación también pueda generar ingresos.
Es por esto que la ilusión y el propósito del proyecto Farmer Future es que ayude a la generación joven a ver el cultivo del café como una carrera viable, conservando su papel esencial en la economía y patrimonio de Colombia.