Francia dotará a los agricultores con ayudas financieras para abandonar el glifosato
Francia brindará ayuda financiera a los agricultores que acepten poner fin al uso del glifosato, dijo el lunes el Ministerio de Agricultura galo después de que el presidente Emmanuel Macron reconociera haber fracasado en sus esfuerzos por prohibir el uso de este herbicida para 2021.
El glifosato, desarrollado por primera vez por la empresa Monsanto, de Bayer, bajo la marca Roundup, ha generado un intenso debate global sobre su seguridad desde que una agencia de la Organización Mundial de la Salud concluyera en 2015 que probablemente causeba cáncer.
Mientras los reguladores de todo el mundo determinaban que el glifosato es seguro, Bayer aceptó en junio resolver casi 100.000 demandas en Estados Unidos por US$10.900 millones, negando las afirmaciones de que el Roundup era el causante de cáncer.
Francia concederá una bonificación fiscal temporal de US$3.030 dólares a los agricultores que declaren en 2021 y / o en 2022 haber dejado de utilizar el glifosato en los sectores más afectados por la interrupción del uso del herbicida, como el vino, los huertos y los cultivos de cereales, según el Ministerio.
El Gobierno también aumentó a US$260 millones la financiación prevista para ayudar a los agricultores a cambiar sus equipos agrícolas.
"El reto es poner en marcha mecanismos para compensar los costes de los agricultores debido a la retirada (del) glifosato, porque hoy en día un agricultor que invierte para eliminar el glifosato no se beneficia de la creación de valor inmediata", dijo el Ministerio en un comunicado.
Dejar de utilizar el glifosato en una explotación de cereales conlleva una pérdida en el beneficio bruto de explotación o ebitda de hasta el 16%, lo que supone un coste adicional de hasta US$97 por hectárea, o hasta 7.000 euros para una explotación media de 87 hectáreas, según el Ministerio.
La semana pasada Macron dijo al canal online Brut que no había cambiado de opinión sobre el objetivo de acabar con el uso del glifosato, pero reconoció que no lo había conseguido en tres años -una promesa que había hecho en 2017- calificándolo de fracaso colectivo.
La agencia francesa de salud y medio ambiente ANSES anunció en octubre restricciones al glifosato en la agricultura, pero no llegó a prohibirlo totalmente debido a la falta de alternativas no químicas en algunas zonas.