Fedepapa y Fedearroz estiman mayores cosechas durante la segunda mitad del año
Las tensiones políticas y externalidades que atraviesa el mundo, que estaba apenas recuperándose de las secuelas económicas que dejó la pandemia ocasionada por el covid-19, han generado incertidumbre en los mercados, que tienen una tendencia a la baja e incluso llevan a considerar una recesión económica global, que ya parece inevitable en países como Estados Unidos.
Ante este panorama, y con una inflación que, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), alcanzó 9,07% para el mes de mayo, es clave analizar en el agro las cosechas que ayudarían aliviar las presiones inflacionarias en productos de la canasta familiar como la papá y el arroz.
Respecto al primero de estos dos productos, y según cifras entregadas por Fedepapa, el país produce 2,5 millones de toneladas de papa, de las cuáles 35% sale en la cosecha del primer semestre, cuando departamentos como Cauca, Nariño y Tolima recogen la siembra de los últimos seis meses del año anterior.
“La primera cosecha da más o menos 900.000 toneladas, el problema es que por eso la papa estuvo costosa en el primer semestre, porque entra 35% de la cosecha nacional”, explicó Germán Palacios, gerente general de Fedepapa.
En esa línea, el líder gremial señaló que normalmente el precio del primer semestre suele ser más alto que en el segundo, pero en este año el incremento fue superior debido a “los problemas que se presentaron con la explotación de la demanda interna por la pandemia, los paros, los bloqueos y, después, el precio de los insumos”.
Pese a esto, la cosecha grande de papa del país, proveniente de la sabana cundiboyacense, se adelantó en las últimas dos semanas de junio por la ola invernal que atraviesa Colombia. “En este segundo semestre salen aproximadamente 1,6 millones toneladas de papas, por eso el precio va a bajar y ha bajado, va a entrar duro en julio y agosto, pero en septiembre empieza a rebajar”, concluyó Palacios.
Industria arrocera
LR también contactó a Fedearroz para conocer el panorama de la industria para este segundo semestre de 2022. La entidad gremial explicó que la cosecha en estos últimos seis meses suele ser mayor porque en departamentos como Casanare, Meta y Arauca 80% nunca siembra en la segunda mitad del año, razón por la que no cosechan en el primer semestre de la siguiente anualidad.
Asimismo, las zonas del país cuentan con distritos de riego, e incluye a departamentos como Tolima, Huila, Norte de Santander y buena parte de la costa. Esto significa que en el primer semestre se unen las siembras de todo lo que es secano y todo lo que es riego; por eso la cosecha grande es en el segundo semestre.
Ahora bien, a diferencia de lo que sucedió con la papa, los inviernos y las lluvias retrasaron las siembras durante los primeros seis meses, lo que quiere decir que las cosechas serán más espaciadas de tiempo en el segundo semestre.
Estas cosechas pueden empezar a verse a finales de julio y durante agosto, septiembre y alguna parte de octubre. Además, según explicó la entidad, habrá un gran volumen de la zona de secano, que es Casanare y Meta, ya que Casanare es el departamento en el que más se siembra y produce.
No obstante, es importante anotar que, en los llanos orientales, que cubren a departamentos como Arauca, Casanare y Meta, la producción de paddy verde, que es diferente al arroz blanco, será de un millón de toneladas.
En esa línea, el primero que ocupa el puesto es Casanare, luego Meta y tercero Arauca en los llanos orientales. Luego vienen Tolima, Huila, Norte de Santander y las zonas de la costa. La entidad gremial señaló que la cosecha se va a correr un poco y que será esparcida, desde mediados de julio hasta octubre, cuando empieza a terminarse lo último.
“Hay zonas del Tolima y Huila que siembran todo el año, siembran tanto en el primer semestre, como en el segundo semestre, porque tienen distrito de riego, y en cualquier momento pueden sembrar”, añadió la agremiación.