Fedegan aseguró que hay cuellos de botella en procedimientos de compra de tierras
El pasado fin de semana, José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de Fedegan, expresó que hay problemas de información y cuellos de botella en la operatividad para la compra de tierras. “Mientras las ofertas de hectáreas para acelerar la reforma agraria suben en ascensor, las compras lo hacen por escalera”.
Lafaurie aseguró que el Acuerdo de Tierras firmado entre el Gobierno y el gremio ganadero tiene problemas de información.“De hecho, Fedegán ha tenido dificultades para hacerle trazabilidad a las ofertas de sus afiliados, que suman 580.000 hectáreas, pero lo cierto es que el Gobierno ya puede comprar las 500.000 de su meta para esta vigencia”.
El dirigente gremial aseguró que el cuello de botella para la compra de tierras está en la operatividad del proceso, desde el momento en el que se recibe la oferta, el estudio de prefactibilidad, el avalúo comercial del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Igac, hasta la compra y entrega junto con proyectos productivos desarrollados por la Agencia de Desarrollo Rural.
“Si el diagnóstico es de insuficiencia operativa, hacia allá hay que orientar esfuerzos, sin distraerse en alternativas, como el proyecto de decreto que establece la extinción administrativa del dominio, que amenaza la legítima propiedad privada y, lejos de ser una opción de agilidad, enrarece el ambiente y afecta el proceso de oferta verdaderamente voluntaria, que hoy sube ‘en ascensor’”, dijo.
Lafaurie indicó que, aunque el presidente Petro insistió en reiteradas ocasiones en acelerar la copra de tierras, las cifras del Gobierno han sido diferentes en las declaraciones brindadas a otros medios de comunicación.“Además de la diferencia entre las cifras de febrero y agosto sobre tierras ofertadas el avance en compras masivas no lo fue tanto, pues solo se ha comprado 4,3% de lo disponible y 2% de lo ofertado”.
El líder gremial cuestionó si realmente hay recursos para comprar la tierra propuesta por el Gobierno. “No es mucho lo que se podrá comprar frente a la meta, pero cuando los recursos son escasos, las sinergias son valiosas. Si esos recursos se orientan hacia el depósito de 30 % que contempla la figura de la enajenación temprana de bienes en proceso de extinción en la SAE, que son 340.000 hectáreas a julio de 2022, además de 99.000 extinguidas, no solo se podrían entregar esas tierras, las mejores del país, sino liberar recursos para mayores compras”.