Estudio de la Unal destaca el papel del conocimiento ancestral en la evolución de la yuca
Agricultura

Estudio de la Unal destaca el papel del conocimiento ancestral en la evolución de la yuca

Un estudio reveló que la diversidad genética de la yuca en comunidades indígenas amazónicas no depende del territorio ni del grupo étnico, sino de los usos culturales y prácticas tradicionales
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Una investigación liderada por el biólogo Andrés David Jiménez Maldonado, magíster en Ciencias y Biología de la Universidad Nacional de Colombia, reveló que la diversidad genética de la yuca en comunidades indígenas amazónicas no depende del territorio ni del grupo étnico, sino de los usos culturales y prácticas tradicionales transmitidas por generaciones.

El estudio se desarrolló en los resguardos Andoque de Aduche y Villa Azul (Caquetá), La Fuga (Guaviare) y el cabildo Tikuna en Leticia (Amazonas), donde se recolectaron muestras de 126 variedades de yuca. Al analizarlas genéticamente, los resultados mostraron más de 47.000 diferencias en el ADN de la planta. Sorprendentemente, estas diferencias coincidían con el uso que cada comunidad da a la yuca, no con su ubicación geográfica, como la elaboración de fariña, almidón, consumo fresco o rituales espirituales.

Durante meses de trabajo de campo, el investigador combinó métodos científicos con el conocimiento tradicional de sabedores y mujeres agricultoras, quienes clasifican las yucas por textura, color o sabor, y cuidan sus variedades con un fuerte valor cultural y simbólico.

El hallazgo más relevante es que las prácticas culturales han dejado una huella genética medible en la planta. Las variedades consideradas “cultivares de origen”, asociadas a mitos de creación, son genéticamente distintas y conservan una diversidad única. Estas se protegen con especial cuidado, ya que representan la historia, espiritualidad y continuidad cultural de los pueblos indígenas.

Además, el estudio destaca cómo los intercambios de estacas y semillas en matrimonios, celebraciones o trueques han sido clave en la evolución de la yuca. Las mujeres, al migrar, llevan consigo sus variedades, uniendo culturas y territorios a través de esta planta milenaria.

Jiménez advierte que la pérdida de lenguas y costumbres pone en riesgo este legado. “Cada palabra y cada práctica guardan información vital sobre las plantas. Si se pierde la tradición, también se pierde la diversidad genética y cultural que da sustento a las comunidades”, concluye.

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