Estos son los pasos para realizar un proceso de fertilización artificial en cultivos acuícolas
Como una alternativa para mejorar la genética en la producción acuícola, en estos cultivos se suele realizar un proceso de fertilización artificial. En este se debe tener en cuenta una selección de los peces reproductores, conociendo aquellas características genéticas que se buscan preservar en la especie. El proceso de cría de los reproductores se debe generar bajo unas condiciones térmicas y de iluminación específicas para su correcto desarrollo.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la propagación artificial de los peces supone una serie de actividades que son semejantes en varios aspectos para las diversas especies, pero difieren en otros. Las principales actividades que han de realizarse en el proceso de propagación artificial de peces son la captura de reproductores en sus frezaderos naturales.
Lo que con su captura se pretende es conseguir productores sexuales maduros para incubarlos y criar las larvas que nazcan en un ambiente controlado. "Se debe buscar seleccionar peces con la cabeza sea chica, y que la parte del lomo sea bastante amplia", comentó Divier Yamid Calvo Vargas, emprendedor acuícola.
Dichos peces pueden obtenerse en su hábitat natural inmediatamente antes de la temporada de desove en sus frezaderos habituales o criándolos en granjas piscícolas. "Se debe asegurar que los peces seleccionados provengan de una buena genética y de unos buenos padres. El objetivo es que las buenas características se preserven en la especie", señaló el emprendedor.
Se continua con el proceso de cría de los reproductores, y la obtención artificial de productore sexuales maduros. Esto se puede realizar con o sin tratamiento de hormonas. Durante la cría se deben tener en cuenta aspectos técnicos como la temperatura. También se presenta una necesidad de iluminación controlada.
Para realizar el proceso artificialmente "se debe de dividir el estanque en dos partes. En una estarán las hembras que se están reproduciendo y en la otra están aquellas a las que ya se les está extrayendo los huevos", explicó. Los huevos se llevan a un laboratorio de incubación donde es importante que estén a cierta temperatura, que el agua donde se ubiquen esté tibia y que los huevos estén en movimiento.
Del laboratorio salen las larvas de los peces, estas se trasladan hacia un sitio destinado para la reversión. Este proceso consiste en transformar a las crías que genéticamente son hembras en machos funcionales. Para esto se les aplica un concentrado que contiene la hormona masculina. "De este se van a alimentar entre 10 a 30 días para garantizar un buen proceso de reversión", afirmó Calvo.
Una vez termina la etapa de reversión entran a una etapa de cuarentena, donde se selecciona aquellos con mejores características físicas para su posterior distribución.