En Providencia, gracias al ICA y Agrosavia se le está ganando la batalla a la cochinilla
La cochinilla acanalada es conocida por ser un insecto invasor, que hace parte de la plaga fitófaga del orden de los hemípteros, familia Monophlebidae, la cual posee un aparato bucal picador y chupador, que la ayuda a perforar la planta y succionar su savia. Por esta razón puede afectar árboles frutales, palmas, plantas leguminosas, árboles ornamentales, plantas arvenses y otras especies de plantas.
Sumado a esto, aquella plaga es capaz de debilitar y afectar en igual medida producciones agrícolas, lo que puso en alerta máxima a los campesinos y autoridades de Providencia. No obstante, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), en alianza con Agrosavia y la Secretaría de Agricultura y Pesca municipal, inició un esfuerzo conjunto para preservar la sanidad agropecuaria y la biodiversidad de esta zona del país. Implementaron una intervención técnica con una estrategia innovadora para hacer frente a la propagación de este insecto.
Bajo este contexto, Néstor Mauricio Cañas Zapata, el gerente seccional del ICA en San Andrés, Providencia y Santa Catalina, afirmó que “desde que llegué, mi prioridad ha sido que nos identifiquen como un equipo cercano que escucha y actúa. Sabíamos que la cochinilla estaba afectando seriamente los cultivos, por lo que debíamos responder con rapidez y eficacia".
Ante esta situación, estas entidades pusieron en marcha una estrategia de control biológico basada en el uso del Novius punicus, una especie de insecto depredador comúnmente conocida como “mariquita”, que se alimenta de la cochinilla acanalada. Esta alternativa representa una solución ambiental compatible con la diversidad ecológica del archipiélago y, además, es sostenible.
"Desde el año pasado hemos trabajado de la mano con el ICA y Agrosavia para enfrentar este problema. Inicialmente, la plaga estaba confinada a un sector, pero la sequía favoreció su expansión. Gracias a un laboratorio especializado, hemos logrado reproducir mariquitas y distribuirlas estratégicamente en los cultivos más afectados", destacó Diana Marcela Ampudia, secretaria de Agricultura y Pesca de Providencia y Santa Catalina.
Como parte del proceso, Agrosavia realizó capacitaciones técnicas al personal de la Secretaría de Agricultura y Pesca de Providencia. Les enseñaron a identificar esta plaga, además de cómo multiplicar el controlador biológico en condiciones de laboratorio y soltarlo adecuadamente en el campo. Esta transferencia de conocimiento busca ayudar a la comunidad local y asegurar la continuidad del control más allá de la intervención institucional inicial.
Walter Díaz, quien hace parte del grupo de trabajo de la Secretaría de Agricultura y Pesca municipal, también está directamente relacionado con esta labor. "Nos capacitamos con Agrosavia en compañía del ICA para entender cómo funciona el ciclo de la mariquita y su interacción con la cochinilla. Ahora, recolectamos las cochinillas y las llevamos al laboratorio, donde sirven de alimento para las mariquitas antes de ser liberadas en el campo. Además, el ICA nos proporcionó herramientas clave para la cría de las mariquitas y nos enseñaron a construir un dispositivo especial para las capturas de las mariquitas, sin dañarlas y estresarse, ya que son extremadamente frágiles", añadió.
Finalmente, la implementación del control biológico no solo representa una alternativa viable a los pesticidas, pues también contribuye a fortalecer la soberanía alimentaria de las islas y así poder garantizarles a los agricultores que podrán seguir cultivando sin la necesidad de comprometer la salud de los ecosistemas.