El reto de reforestar 200.000 hectáreas en la Amazonía con prácticas agrícolas sostenibles
Con el objetivo de introducir prácticas agrícolas sostenibles y con bajas emisiones de carbono, nació el proyecto de Amazonía Connect, para socorrer este pulmón natural.
La región de la Amazonía, que es el bosque tropical más grande del mundo, se extiende por nueve países, acogiendo a más de un millón de indígenas y más de tres millones de especies, proporcionando un hábitat para más de 10% de la biodiversidad mundial y medios de vida.
Las autoridades estiman que 67% de los bosques de Colombia se encuentran en la región Amazónica, pero este ecosistema enfrenta muchos problemas, y la deforestación es la amenaza más grave.
A nivel mundial, esta práctica es alarmante, se están talando aproximadamente 11 millones de hectáreas al año, que es más o menos unas 15 veces el área que tiene toda la Amazonía. Solo en el departamento de Caquetá, que es uno de los ejes del proyecto, 50% de los bosques se deforestaron entre 2013 y 2020.
La creciente demanda de acceso a recursos naturales y expansión de la frontera agrícola es una de las principales causas de la deforestación en esta zona, lo que empuja a la selva a un punto de inflexión en el que se emite más carbono del que se absorbe.
La Amazonía es crucial para mitigar la crisis climática, ya que no solo almacena carbono, sino que también absorbe 3% de las emisiones mundiales del mismo.
“La Amazonía en los últimos 50 años ha perdido del orden de 20% de su extensión y, en Colombia, en particular, al año está deforestando alrededor de 170.000 a 180.000 hectáreas, lo que significa una pérdida en la capacidad del planeta, de nuestra región en particular, para servir como un colchón de absorción de los gases efecto invernadero”, explicó Cesar corredor, coordinador para Colombia del Tropical Forest Alliance.
La iniciativa Amazonía Connect tiene como objetivo fomentar la conexión entre actores en Brasil, Colombia y Perú, en un esfuerzo por preservar la selva y su biodiversidad, mantener el carbono fuera de la atmósfera y mejorar los medios de vida.
Amazonía Connect se centrará en la cadena de suministro de reses, lácteos y café en los departamentos del Caquetá y el Meta. Este proyecto de cinco años está diseñado para ayudar a 5.000 productores, cubriendo alrededor de 200.000 hectáreas.
Entre sus objetivos está fortalecer acuerdos regionales que protegen los bosques y su biodiversidad, trabajar con el mercado para mejorar el monitoreo y la trazabilidad y atraer inversiones e incentivos para una agricultura baja en carbono.
Las empresas asociadas utilizarán herramientas avanzadas de monitoreo para mapear los riesgos sociales y ambientales, mejorar las políticas de abastecimiento y garantizar el cumplimiento de los acuerdos cero deforestación.
También se utilizarán instrumentos financieros innovadores para permitir que los agricultores accedan a estos y se conecten con las plataformas que ofrecen pagos por servicios ambientales. Todo esto creará incentivos adicionales para la producción de materias primas con bajas emisiones de carbono y sin deforestación.
Amazonía Connect es una iniciativa conjunta entre Usaid, Solidaridad, Earth Innovation Institute, National Wildlife Federation y la Universidad de Winsconsin-Madison.
“La Amazonía es un ecosistema estratégico en la lucha para abordar la crisis climática, pero a causa de las actividades ilícitas y las malas prácticas, la destrucción continúa”, comentó Jessica Rosen, directora de la oficina de ambiente de Usaid.