El rambután, un fruto exótico con alta demanda en mercados como Canadá y Europa
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El rambután, un fruto exótico con alta demanda en mercados como Canadá y Europa

La producción de rambután se ha convertido en una gran posibilidad de desarrollo para generar divisas y empleo a nivel regional
El rambután, fruto exótico
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Colombia es reconocido por contar con una gran variedad de frutas a nivel nacional. Según el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt, existen, por lo menos, 400 frutos o semillas nativas. Frutos exóticos como el rambután han tenido una reciente acogida para el mercado interno y externo, gracias a su llamativo sabor y apariencia, convirtiéndolo en una alternativa para el desarrollo agrícola.

El rambután, nativo del sudeste asiático, llegó a América a través del ingreso de clones mejorados. A finales del Siglo XX, en la década de 1990, se empezaron a buscar especies de la biodiversidad que tuvieran mayores mercados y mejores precios. En ese escenario, el rambután, en compañía del mangostino, adquirieron un gran potencial para el paísy se comenzaron a desarrollar una serie de proyectos en torno a su producción.

Desde el Centro de Investigación de la Libertad de Agrosavia, en 1998 iniciaron un proyecto destinado a la búsqueda de nuevas frutas para la producción, especialmente para el mercado de exportación. En conjunto con el Ministerio de Agricultura, la Fundación Hondureña de Investigación Agrícola (Fhia), Agrosavia y el ICA, se introdujeron clones de rambután que se evaluaron en varias regiones.

Su llamativo sabor y apariencia lo convierten en una alternativa para el desarrollo agrícola.

“Esos clones llegaron aquí desde Honduras, al Centro de Investigación de la Libertad en Villavicencio y nosotros empezamos a conocerlos y evaluarlos. Hoy en día, en el área de rambután, en el piedemonte del Meta, se tienen establecido cultivos comerciales entre 100 y 200 hectáreas y tiene una gran ventaja, pues se cultiva para el mercado interno, además de tener alta demanda en el mercado de exportación”, destacó Javier Orlando Orduz, ingeniero agrónomo e investigador, Ph.D, Senior de Agrosavia del Centro de Investigación la Libertad.

A través de la identificación de sus bondades en rendimiento calidad y de las ventajas comparativas del piedemonte del Meta para esta especie, se fue entregando información con la evaluación de materiales y las expectativas de mercados, los empresarios han priorizado el cultivo tecnificado. “El rambután se ha desarrollado por la iniciativa de los productores. Nosotros hemos investigado con el material que trajimos”, recalcó Roman Tibavija, director del Centro De Investigación La Libertad de Agrosavia. "Lo anterior ha permitido que la región cuente con empresas de integración vertical que producen y exportan la fruta”.

Canadá es el principal mercado de rambután en este momento, ya que en Estados Unidos aún se tienen ciertas restricciones fitosanitarias, mientras que a Europa está llegando a Países Bajos, Inglaterra, Francia y España. Dado que su cosecha se da en épocas muy marcadas, su demanda es alta y por ello, se comercializa con altos precios.

El color rojo intenso y los pelos sobresalientes, además de su sabor, hacen que se convierta en una fruta exótica con gran atractivo, su precio oscila entre $8.000 a $10.000 el kilo. Al tener un buen comportamiento poscosecha, llega a tener buenas dinámicas en el mercado. A diferencia del mangostino, que empieza a producir su primera cosecha al año séptimo u octavo, el rambután lo hace al tercer año.

La producción de rambután se ha convertido en una gran posibilidad de desarrollo para generar divisas y empleo. “La agricultura colombiana necesita urgentemente aumentar el número y la cantidad de las exportaciones en la parte de frutas tropicales y el rambután es una buena alternativa”, precisó Orduz.

Aunque su cultivo precisa de riego, alta tecnología y manejo de prácticas agrícolas para su establecimiento,desde Agrosavia se trabaja en la profesionalización de la producción frutícola para poder llegar a un mercado de alto valor, a través del control biológico de plagas, una agricultura limpia y cadena de valor.

“Estamos desarrollando prácticas de manejo sobre selección de suelos, fertilización, control de plagas, con el fin de hacer un cultivo sostenible. Yo creo que en el futuro va a convertirse en un frutal muy importante”, afirmó Orduz.

La producción de este fruto configura un nuevo nicho y núcleo de fruticultura de alto valor, demostrando que Colombia es un país con alto potencial para exportación de frutas.

“Mangostino y rambután pueden llegar a crecer entre 20.000 y 30.000 hectáreas en las próximas décadas y Colombia posee área, productores y capacidad para ser el principal productor de estos cultivos ”, resaltó Orduz.

Hoy en día, hay un gran número de hectáreas de rambután en los Llanos Orientales, las cuales generan opciones económicas tanto para los productores que la afilan en sus predios, como para la mano de obra. “Ya sembramos una parcela semi comercial para poder continuar investigando y estamos trabajando en el registro de un clon”, aseveró el director del centro de investigación.

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