El pollo es visto como una alternativa ideal a la carne vacuna, pero en constante amenaza
El mayor valor del dólar y la suba en el precio de la carne vacuna fueron los factores claves para que la demanda por carne aviar se incrementara este año en el mercado interno, no obstante un reciente aumento de precio hizo que el consumo haya disminuido.
Ese alza para el valor del pollo genera expectativas, a la vez, de un incremento en el ingreso de pollo desde Brasil, dado que el producto brasileño se comercializa a un menor valor.
Y ese escenario, en un mercado tan sensible como el uruguayo, desestabiliza la dinámica de los productores, según indicaron.
Considerando lo informado a El Observador por Heber Falero, directivo de la Unión de Vendedores de Carne, en los últimos cuatro meses el precio del pollo aumentó un 70% o 75% y “eso se nota y los vemos con preocupación, porque va a comenzar a entrar mayor cantidad de pollo importado para paliar un poco la situación”, comentó.
De igual forma, mencionó que el precio de la carne vacuna ha aumentado en el orden del 60% y también lo ha hecho la de cerdo, todo eso impulsado sobre todo por la fiebre porcina africana que azota hace varios meses a la producción porcina china, incrementando la demanda de ese mercado por las diversas carnes.
De todas formas, aseguró que el consumo del pollo “es parejo”, aunque ya no se pide como antes el pollo entero. Hoy se buscan los cortes, “porque el cliente no quiere cortar el pollo” y busca productos más elaborados.
Los cortes más buscados, sobre todo en verano, son supremas y muslos y en menor medida las alitas y carcasas.
Por su parte, Germán Möller, presidente de la Asociación Nacional de Carniceros, coincidió en que dentro de todos los aumentos, el pollo sigue siendo una de las carnes más consumidas, porque sigue teniendo una brecha notoria con el valor de la carne vacuna.
“El mercado todavía está complejo, porque con los aumentos, la gente mira lo que le conviene y le sirve. Cuando sube la carne vacuna, se buscan alternativas en la carne de pollo y, en general, se sigue vendiendo”, añadió.
Un riesgo: la importación
José Luis Strassarino, presidente de la Asociación de Façoneros de Pollos Unidos, señaló que históricamente en estos meses –de setiembre a noviembre– “siempre ha habido un mayor consumo” de pollo que, a su vez, se incrementa en diciembre y enero.
Este año, el valor de la carne aviar aumentó más de lo esperado debido a los elevados precios de la carne vacuna y otras carnes. Pero “a pesar de que el precio del pollo ha aumentado, el consumo está más animado”, afirmó.
Respecto a la posibilidad de mayor importación de carne aviar, dijo que “indudablemente” en un mercado “tan sensible” como el uruguayo eso afecta en gran medida cuando ocurre.
“Hemos sufrido una crisis bastante importante en los últimos años. El año pasado se agravó tremendamente por el tema de la importación de carne. En ese momento era la de cerdo que entraba muy barata y no se podía competir. Pero si se empieza con la importación de pollo, realmente nos va a complicar”, aseguró.
Uruguay produce en el entorno de 600 mil pollos semanales, algo insignificante si se lo compara con una planta pequeña brasilera que produce más de un millón de pollos por día.
“Somos nada. Cualquier importación que venga a precios más bajos, de Brasil o de Chile, a nosotros nos complica”, aseguró.
El pollo carece de mercados para su colocación, ese es otro factor que ha marcado la baja en la producción. “Se trabaja poco porque el consumo no es lo esperado y no hay exportaciones”, dijo.
Venezuela supo ser un mercado clave para colocar pollo, pero ya no opera y las últimas exportaciones se dirigieron a países árabes y hace ocho meses se empezó a pagar de US$ 400 a US$ 500 por debajo del costo y no se hicieron más envíos. Recientemente se anunció la posibilidad de exportación a China y eso tiene a los productores ilusionados con volver a los niveles de cría de hace tres o cuatro años.
La meta es volver a cinco crianzas
Hace cuatro años Uruguay producía de 800 mil a 900 mil pollos por semana, se hacían cinco crianzas anuales y las exportaciones eran firmes. Los galpones estaban completos y la producción avícola marchaba a todo vapor.
Hoy se producen 600 mil semanales y los productores no llegan a hacer cuatro crianzas por año. El precio que se paga por kilo no es malo, dijeron. Se fija con base en una tabla paramétrica que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca actualiza cada seis meses y es acorde a la calidad de la crianza. Puede ir de $ 1,80 a $ 2 el kilo de pollo en pie y hasta $ 5,50.
“En ese rango, según qué tan buena salga la crianza, nos premian por cuanto mejor sean nuestros pollos. Por eso que últimamente tenemos excelentes resultados, pero lejos de lo que necesitamos que es hacer por lo menos cinco crianzas por año”, dijo José Luis Strassarino, presidente de la Asociación de Façoneros de Pollos Unidos.
Según el último censo, en Uruguay hay unos 230 productores y ocupan unas 1.200 hectáreas.