El modelo agroforestal que combina cultivos de cacao con maderas finas tropicales
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El modelo agroforestal que combina cultivos de cacao con maderas finas tropicales

Otro de los beneficios de este sistema es que se regula la floración, la polinización y maduración de los frutos y también de la cosecha
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Uno de los modelos más exitosos para hacer agricultura sostenible es el agroforestal, que pone de manera secuencial una serie de cultivos intercalados con árboles en una misma área para tener un mayor cuidado de los suelos y de la biodiversidad del predio.

Una investigación de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia) comprobó que hay un modelo de siembra de cacao especial con maderas finas tropicales que integra al sombrío permanente, más conocido como abarco, y que fue establecido en barreras de líneas dobles separadas dieciséis metros entre sí, para poner cinco surcos de cacao.

La investigación mostró mayores beneficios productivos, sanitarios, ambientales y económicos con este tipo de sistemas, además de una mejora en el flujo de caja mientras el cultivo inicia la fase productiva a través de especies transitorias. También existe en el largo plazo la posibilidad de beneficiarse de la producción del forestal.

Otro de los beneficios de este sistema es que se regula la floración, la polinización y maduración de los frutos y también de la cosecha.

Según Agrosavia, “aumenta el humus y la disponibilidad de nutrientes para el cacao por la biomasa que aportan cada una de las especies involucradas en el sistema y prolonga la vida útil del cacaotal, mitigando las situaciones de estrés (sequía, heladas, granizadas, etc.)”.

Esto también reduce desórdenes fisiológicos en los frutos de cacao causados por los diferentes tipos de estrés y ayuda a mantener las características fisicoquímicas y sensoriales del grano de cacao propias de la genética.

Otra de las ventajas es que conserva los suelos al reducir la incidencia de la radiación solar la acción erosiva de las gotas de lluvia. “Reduce las pérdidas causadas por enfermedades especialmente Monilia y facilitar el control integrado de las mismas”, explicó la entidad.

La investigación de la entidad aseguró que hay un mejor aprovechamiento de la energía solar con este sistema, mediante la orientación geográfica de la siembra, por lo que las especies se benefician.

Este estudio fue realizado y evaluado en rangos altitudinales entre 200 y 1.000 metros sobre el novel del mar, por lo que la entidad recomendó usarlo en departamentos como Bolívar, Boyacá, Norte de Santander y Santander, ya que en ese rango el comportamiento fue similar sin importar la localidad del sistema.

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