El mercado interno también demanda calidad
Muchos empresarios han encontrado que esta es quizá la primera desventaja que el sector productivo nacional tiene frente al extranjero que por demás goza de buena fama entre los consumidores.
El llamado es a que los productores le apunten a que sin importar el tamaño del área que explotan su bien final corresponda a altos valores de calidad y no solo pensando en la demanda familiar sino también considerando que varias industrias tienen asiento en el país y que en ocasiones no solo por falta de demanda sino porque no encuentran el producto en las condiciones que lo requieren.
En la mayor central de abastos del país, Corabastos, por ejemplo, le han extendido un llamado al Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y al Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) para que regule la presentación, empaque y transporte de los alimentos.
Esta condición resulta esencial para que este renglón productivo pueda participar en negociaciones a gran escala desde la subasta de bloques de productos agropecuarios de la mano de la Bolsa Mercantil. El reto es invertir tanto en calidad como en innovación o productividad como
una puerta para posicionar la competitividad del sector tanto al interior del país como en la región.