La ganadería en Colombia tiene mucho futuro
Conocer el sector agropecuario da una perspectiva amplia sobre la Colombia real y es enriquecedor compartir la experiencia y aprendizajes logrados a través de una reflexión personal sobre el futuro de la ganadería.
Lo primero a destacar es que la ganadería colombiana tiene mucho futuro. A lo largo y ancho de todo el territorio nacional contamos con tierras privilegiadas, disponemos de una riqueza y capacidad hídrica envidiable y en términos de razas bovinas contamos con una amplia diversidad genética que nos permite ser criadores de todas las razas de ganado y ser considerados por países como Brasil, Estados Unidos, Argentina o Australia como un país con un inmenso potencial.
Este panorama es bien alentador si miramos hacia el futuro. Sin embargo hay que tener en cuenta que la ganadería debe estar siempre orientada hacia la productividad, por ello la importancia del uso eficiente del suelo porque nos extendemos en demasía para el pastoreo de nuestro ganado. Tanto el medio ambiente como los costos de la tierra nos deben concientizar y movilizar a ser agricultores y productores en abundancia del alimento que suministramos a nuestros animales.
Debe ser una constante permanente para avanzar en el uso planificado de estrategias agrícolas, llevar a cabo análisis de suelos que nos permitan conocer a profundidad de qué disponemos, sembrar las variedades de gramíneas o leguminosas adecuadas para el tipo de suelos y el clima.
La ganadería colombiana debe, en lo posible, disminuir su área para producción, no crecer más su frontera ganadera sino reducirla y ser absolutamente eficiente en la que dispone.
En la actividad ganadera, la eficiencia es un concepto fundamental y para el futuro lo será mucho más; por eso el ganadero debe ser un buen administrador, tener muy claro su estado mensual de pérdidas y ganancias en relación con su negocio y evaluar en forma permanente sus cifras. La ganadería se ha transformado desde su concepción como empresa, es importante tener en cuenta que antiguamente se evaluaban los errores, riesgos, beneficios y otros factores con el tiempo, muchos fracasos y hasta logros anhelados solo era posible verlos al cabo de muchos años. Hoy nos anticipamos a todo, se planifica con rigurosidad, se aplican planes sanitarios perfectamente orientados por profesionales idóneos, se cuida mucho la alimentación para la cría y ceba, se evalúan parámetros genéticos para cada raza, se estudian los suelos, las condiciones ambientales donde se ubica la empresa pecuaria.
Además de tener en cuenta la eficiencia en la producción y factores como el medio ambiente, los ganaderos deben utilizar la agricultura tecnificada para la alimentación de los animales. La nutrición del ganado cobra cada vez mayor importancia y los mercados también orientan su oferta hacia productos como carne y leche más estandarizados. A nivel gremial, los productores deben mantenerse unidos para lograr un direccionamiento de sus políticas sostenibles en el tiempo, para acceder a recursos y créditos del Estado que mejoren sus condiciones.
El ganadero no puede ser ajeno a contribuir con el desarrollo pecuario de un país como Colombia, que en la era del post conflicto demandará una amplia participación de todas las actividades que se ejecutan en el campo.