El buen momento que vive la palma de aceite y el liderazgo en producción orgánica

El sector palmero está atravesando su mejor momento en materia de producción y precios. Solo basta con revisar el año pasado, cuando cerró con una producción récord de 1,7 millones de toneladas, que es la más alta que se haya registrado de aceite de palma crudo en Colombia. Lo que ha transcurrido del año (hasta abril), también vale la pena destacar, pues se observa un crecimiento de 4,7%, tendencia que lleva a Fedepalma a proyectar un cierre de año con 1,8 millones de toneladas.

“El crecimiento entre 2021 y 2022 fue del orden de 2% y este año esperamos una cifra alrededor de lo mismo”, dijo Nicolás Pérez Marulanda, presidente ejecutivo de Fedepalma.

Aunque por el fenómeno de La Niña muchos productores y cultivos colapsaron, en el caso de la palma, la producción se mantuvo y mejoró gracias a esas condiciones. “En nuestro caso, La Niña, en zonas palmeras, significó una buena distribución del agua, a lo largo de los últimos dos años, eso ha ayudado mucho a la productividad”, explicó Marulanda.

Este sector está distribuido en cuatro zonas: la primera es la zona oriental, que es la más grande, y comprende a los departamentos Meta, Casanare, y algo de Vichada. De las 600.000 hectáreas de palma que hay en Colombia, más o menos 280.000 están en esta área.

La segunda es la zona central, que es el valle del Magdalena Medio, ahí hay aproximadamente 180.000 hectáreas de palma, lo cual incluye también a Tibú, Norte de Santander, donde hay 40.000 hectáreas de palma.

La tercera es la zona norte, que es un área dispersa, del cual hacen parte Magdalena, Norte del Cesar, Córdoba y algo del Urabá Antioqueño. Y la cuarta, y más pequeña, es la zona suroccidental.

“El sector palmero genera cerca de 70.000 empleos directos y unos 120.000 empleos indirectos. Tiene una característica muy importante y es que más de 80% de sus empleos son formales, con un mayor índice de formalidad que está todo conectado con nuestra cadena”, explicó.

Alrededor de 70% del mercado total de Colombia de aceite de palma se está destinando a consumo nacional. El principal segmento es el consumo humano, alimenticio y no alimenticio; el segundo segmento, es el de la producción de biodiésel.

Actualmente, se está exportando 35% de la producción, actividad que en 2022 significó una cifra récord de cerca de US$1.000 millones. A la Unión Europea llega 50% de productos colombianos, cerca de 30% va a Brasil, alrededor de un 15% va a México y el resto se envía a países más cercanos.

Otro factor positivo, según Fedepalma, es que ya suman cerca de dos años con buenos precios internacionales, lo que se refleja en el mercado local y eso permitió a los palmicultores invertir en su cultivo, para fertilizar y hacer labores agronómicas. “Los precios han sido buenos, ha habido una corrección significativa en el último año”, agregó Marulanda.

Lo que no ayuda tanto al palmicultor en este momento, según Fedepalma, es la inseguridad. En varias zonas palmeras se han registrado casos de extorsiones, robo de frutos y de maquinaria y es por eso que el gremio ha solicitado ayuda a la fuerza pública, a la Fiscalía y al Gobierno Nacional.
Sostenibilidad, el gran reto

Fedepalma está apostando a la sostenibilidad porque el principal mercado de exportación, es Europa, el cual es exigente en materia de deforestación, de prácticas laborales y cumplimiento de estándares, y en esto está trabajando el gremio.

“El año pasado, desarrollamos la Corporación Aceite de Palma Sostenible Colombia APS, que es la institución por fuera de Fedepalma y Cenipalma con órganos de gobierno propios e independientes, que se encarga de auditar y verificar el cumplimiento de requisitos de estas normas sostenible de empresa”, indicó Andrés Felipe García Azuero, director de planeación sectorial y desarrollo sostenible de Fedepalma.

Este año llevan 38 empresas certificadas en cultivo y planta de beneficio en estándar Apco. “La meta es llegar a 440 palmicultores certificados este año. Esta es nuestra apuesta, un origen diferenciado por sus atributos de sostenibilidad para los mercados nacionales e internacionales”, concluyó García Azuero.

Grupo Daabon, un caso de éxito empresarial y de liderazgo sostenible en la industria palmera mundial

“Fuimos los primeros en hacer alianzas con palmicultores vecinos”

Uno de los mayores líderes en sostenibilidad y en los cultivos orgánicos a nivel mundial es el Grupo Daabon, una compañía que se conformó a partir de la visión familiar sobre el trabajo de la tierra y su aprovechamiento responsable. Alfonso Dávila Abondano, vicepresidente agroindustrial de la organización, habló sobre la historia de la empresa y el crecimiento de los últimos años.

¿Cuál es la ventaja competitiva del grupo?

Tenemos el cumplimiento de estándares que transfieren confianza a los consumidores en temas de sostenibilidad ambiental, responsabilidad social, comercio justo y buenas prácticas agrícolas, entre otras.

¿Por qué es importante la planta Tequendama?

Esta planta está dedicada a la producción, transformación y comercialización de aceite de palma, y cuenta con estándares y certificaciones internacionales, como de producción sostenible (Rspo, Poig) y de Agricultura Orgánica Regenerativa (ROC), que consolida nuestro objetivo de estimular y mantener la fertilidad y biodiversidad de nuestros campos.

¿Qué hitos tiene la hacienda?

Tequendama se constituyó en la primera empresa colombiana de aceite de palma en constituir alianzas productivas con agricultores vecinos, brindando asistencia técnica, social y ambiental. Con nuestra compostera, producimos anualmente 9.000 toneladas de compost, que constituyen las fuentes de nutrientes más importantes para el sostenimiento y mejoramiento de nuestros suelos.

¿Cómo hacen el manejo de residuos líquidos?

En 2011, se puso en marcha el proyecto de captura, tratamiento y aprovechamiento de la biomasa líquida generada de las lagunas de tratamiento de aguas residuales de la planta extractora, cuyo objetivo es la prevención de la contaminación, la minimización de emisiones de gases de efecto invernadero (CO2) y la generación de energía renovable a partir de biogás.

¿Qué hacen con los desechos orgánicos?

Desde 2020, tenemos un proyecto con una línea de procesamiento de biomasa en donde las fibras vírgenes y/o recicladas de palma son tratadas superficialmente y convertidas a través de diferentes procesos en productos de alto valor agregado, lo que permite diversificar mercados, ya que muchos son de exportación.