El aguacate hass colombiano tiene los ojos en el mercado de Estados Unidos
El aguacate hass, una industria que ha tenido auge en los últimos años y sigue consolidándose en el mercado nacional e internacional, es sin duda una de las que más crece en la agricultura y de las que mantienen gran parte de las exportaciones del agro nacional.
Ahora bien, en cifras puntuales la siembra de hass han aumentado en los últimos años de manera progresiva, cuando representó un mayor aumento fue 2017 con 26,9% respecto a 2016, lo que significó un aumento de 11.031 hectáreas para un total de 52.012 en todo el territorio nacional. A cierre de 2018 el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural registró 55.777 en total.
En cuento a la producción, también tuvo un crecimiento igual de importante en 2017 cuyo pico fue de 154.349 nuevas toneladas, lo que representó un aumento de 46% en el total nacional. A cierre de 2018 Colombia produjo 544.933 toneladas de las cuales, gran parte termino en el mercado internacional y el resto en empresas que transformaron el aguacate en productos como guacamole y derivados.
El rendimiento por hectárea ha venido creciendo conforme la producción avanza, hace cinco años el promedio de rendimiento eran 7,52 toneladas por hectárea de cultivo; a 2015 fueron 7,60, a 2016 7,54, pero en 2017, un año clave para el aguacate, la cifra subió más de un punto y se ubicó en 8,58 toneladas de aguacate recogidas en una hectárea de cultivo; a cierre de 2018 el crecimiento no paró y la cifra fue de 9,02.
Los departamentos que más producen aguacate, son: Antioquia (25,2% del total nacional), Caldas (16,3%), Tolima, (14,1%), Risaralda (6,6%) y Valle del Cauca (5,3%). Sin embargo, los productores más grandes, no necesariamente tienen la mayor porción de tierra cultivada pues el rendimiento por tonelada; es el caso de Tolima, donde está el 21,9% del total de tierras dedicadas a la producción de aguacate, pero es el tercer productor con apenas el 14,1% del total nacional. Siguiendo con el predominio de los departamentos por hectárea está Antioquia (16,1%), Caldas (14,9%), Santander (6,5%) y Risaralda (5,6%).
Lo que realmente juega un papel determinante en estos casos es el rendimiento por hectárea. En Arauca es de 16,3 toneladas, seguido de Antioquia con 15,3, Norte de Santander con 12,8, cerrando con Valle del Cauca y Atlántico con 12. Estos valores superan por siete puntos el promedio total nacional.
La oferta crece y la demanda también pero no al mismo ritmo, es por eso que en algunos casos se puede hablar incluso de una producción de que supera las necesidades nacionales e internacionales del producto, pero la industria aguacatera ha recibido muy bien la llegada de empresas procesadoras cuyo fin es transformar la fruta que se queda en el país en productos que luego serán exportados y distribuidos a nivel nacional como pasta, bases para industrias, entre otros derivados.
Ricardo Mejía, gerente de Fruty Green aseguró que “más que todo la salida está en dos rubros, la salida de la fruta en verde que es que circula en plazas mayoristas y supermercados; y la fruta para procesos que es lo que va a congelados y a pasta”.
Pedro Agilar, gerente general de Westfalia, afirmó que “están llegando nuevas empresas al país dedicadas a transformar el aguacate, en especial el hass, porque tiene un mayor porcentaje de materia grasa y una mayor textura para trabajar. Estas empresas serán de gran apoyo para el sector porque en la medida en que la oferta crezca van a poder transformar con mayor facilidad. Recientemente se han dado nuevas inversiones en el país dirigidas a producir pulpa y trozos de aguacate que también tienen mucho futuro en el mercado nacional e internacional. Estas empresas serán una fuente muy importantes de compra para absorber los volúmenes de producto que se queden en el país”.
Lo anterior recobra mayor importancia teniendo en cuenta que la capacidad de producción sigue aumentando, no solo en Colombia sino en otros productores, pero el mercado internacional se mantiene con la misma demanda.
Entre tanto, las exportaciones se mantienen, los productores aseguran que es de vital importancia abrir nuevos mercados para dinamizar los destinos del aguacate nacional. En este orden de ideas, le Ministerio de Agricultura y el ICA han venido trabajando de manera mancomunada a en busca de abrir nuevos mercados al producto colombiano, así pues, en noviembre se anunció la apertura del mercado japonés.
Pedro Agilar afirmó que “Colombia tiene la necesidad de atender mucho más el mercado norteamericano, en la medida en que cumplamos con el protocolo, el mercado por excelencia para Colombia sería Estados Unidos. Pero también estamos viendo el mercado asiático que tiene bastantes y buenas expectativas de crecimiento y aceptación de la fruta de nacional, así que esa es la responsabilidad, que diversifiquemos un poco los mercados de destino para que no dependamos únicamente del europeo, pero hay que hacerlo bien”.
Con ese punto de vista también concuerda Ricardo Mejía; el gerente de Fruty Green quien aseguró que “en Colombia el 90% - 95% de la producción nacional se va para Europa, es un mercado importante, el segundo más grande del mundo con una capacidad cercana a las 500.000 toneladas al año, pero, es un muy competido actualmente. Tenemos dos condiciones que dificultan todo un poco; nuestra cosecha principal que ve de noviembre a marzo tenemos una fuerte competencia de Chile principalmente y en la traviesa que va de mayo a agosto tenemos competencia de Perú. Ahí la importancia de la gestión del ICA y el MinAgriculta para abrir nuevos mercados. Nosotros tenemos conexiones con Estados Unidos, un mercado importante; Japón, que es nuevo; y ahora último una nueva oportunidad de salir a China, un mercado con un crecimiento exponencial año a año. Creo que hay que diversificar mucho más nuestra oferta exportable para no colapsar el mercado europeo con tanta oferta”.
La tecnología en la industria aguacatera
El agro colombiano, en especial la industria aguacatera no está muy tecnificada porque, según los productores, en Colombia las condiciones climáticas son favorables para este cultivo, por lo que los agricultores pueden tener grandes cosechas sin mayores inversiones tecnológicas; sin embargo, para dar siempre el mejor producto, la tecnología es infaltable.