Estas son algunas de las diferencias que se puede encontrar con el arábica y robusta
La historia cafetera en Colombia es algo digno de destacar. Y es que esto no solo se refiere a los antecedentes de familias productoras del grano, sino a la calidad que se puede encontrar dentro de los cultivos del país. Tan grande es este reconocimiento que, actualmente, Colombia es el tercer exportador de café en el mundo, solo por detrás de Brasil y Vietnam.
¿A qué se debe la calidad del café colombiano?
La razón por la que el café nacional es tan apetecido es el tipo de cultivo del grano que maneja: arábica. Especialistas cafeteros como Guillermo Trujillo, aseguran que este tipo de café es más suave que el robusta, variedad que se maneja en gran parte del mundo. Las bondades del arábica son tan importantes que, en muchas ocasiones, se tiende a mezclarlo con robusta para mejorar la calidad de una taza.
La diferencia de sabor entre las dos variedades es muy distinta. Por ejemplo, el arábica se conoce como un café mucho más suave, que tiende a tener sabores frutales o aromáticos en su estructura; por su parte, el robusta se compone de matices amaderados, fuertes y amargos. Trujillo afirma que los sabores del robusta han sido mucho más aceptados por Europa o Asia, sin embargo, el arábica se ha posicionado cada vez más en estos mercados.
Con relación a los cultivos, el especialista afirmó que, para el arábica, es necesaria una mayor mano de obra debido a que las plantaciones de robusta tienden a estar más mecanizadas. Los granos del arábica también son más grandes o densos, esto porque este cultivo se siembra a una mayor altura que el robusta.
Este tipo de características se ven reflejadas en el valor de cada uno de los granos. Según datos de la OIC, el valor del café suave colombiano se sitúa en US$2,83, mientras que el robusta se ubica en US$2,13.
Los dos tipos de café son muy conocidos a nivel mundial. Por ejemplo, Brasil es un exportador de café arábica y robusta, mientras que Vietnam sólo exporta robusta. Sin embargo, la calidad del arábica suele ser mayor y esto se evidencia en el proceso productivo que se realiza con el cultivo, la mano de obra que se necesita, y su valor en el mercado internacional.