Diego Ruiz, un empresario que le apuesta al cannabis en diferentes líneas de negocio
El diario La República, en asocio con su publicación Agronegocios, dio a conocer la lista de 30 personas nominadas a la Distinción a los desarrolladores del agro 2022. Las tres categorías en las que estos candidatos competirán son Sembradores, Agroindustriales y Digiagro, y cada una de sus historias será contada nuevamente para los lectores.
Cabe recordar que, en la categoría Sembradores, el objetivo es reconocer a los emprendedores del agro, a esas ideas que surgen en un rincón apartado del país o desde una parcela de tierra pequeña. En Agroindustriales, la idea es exaltar a las grandes industrias y compañías que trabajan en el sector, generan empleo y dejan en alto el nombre de Colombia. Por último, en la categoría Digiagro, se destacarán las iniciativas de innovación y tecnología por ser disruptivas en los negocios agropecuarios.
Sembradores
El sexto candidato de la categoría Sembradores es Diego Muñoz, un empresario que fundó FCM Global, compañía que obtuvo sus primeras licencias para el cultivo de cannabis medicinal y transformación de derivados en el segundo semestre de 2017.
Esta empresa tiene tres líneas de negocio, entre las que están la farmacéutica para formular CBD y THC; wellness, para desarrollar en los clientes más de 100 productos entre bebidas, alimentos y cosméticos; y agritech, que tiene genéticas registradas en el ICA y consultoría de cultivadores licenciados.
“FCM cuenta con tres instalaciones, una finca en la Ceja (Antioquia) de 2,3 hectáreas, otra finca en Natagaima (Tolima) de 70 hectáreas y un laboratorio de Innovación Calidad y Extracción ubicado en Rionegro (Antioquia)”, dijo.
Al igual que la mayoría de los subsectores del agro, el alza en los precios de insumos y transporte generaron una presión de costos importante. “Estamos haciendo cronogramas de eficiencias de producción para no transferir el incremento de costos al consumidor final”, agregó.
Entre los retos que la compañía enfrenta en la industria es la regulación de dosificación y uso del CBD en humanos y veterinario. También apuntan a optimizar los tiempos de respuesta a cada modificación cupo, certificado y solicitud ante las entidades competentes.
“FCM desarrolla un cultivo 100% orgánico bajo estándares “Gacp”. Nuestro material vegetal se aprueba y se examina para identificar cualquier microorganismo o impureza, utilizamos la flor para procesos de derivados y productos finales, usamos el resto de la planta para compostaje, y luego es utilizado de nuevo como abono en el siguiente ciclo de cultivo”, apuntó.
La agroindustria del cannabis tiene condiciones muy específicas para poder surtir a la industria farmacéutica, para asegurar parámetros de alta calidad. “La industria le apuesta a la transformación de la flor seca en derivados con diferentes propiedades medicinales. Relacionado con el manejo agronómico, es un reto para los técnicos diseñar paquetes de manejo que estén en el marco de las buenas prácticas, apuntando al aseguramiento de la calidad de la flor y la producción de un producto completamente inocuo”, señaló.