Conozca los influencers que se están moviendo en el sector agricultor en Colombia

Si usted le pregunta a un niño o joven a que se quiere dedicar cuando crezca, muy probablemente le diga que anhela convertirse en el próximo youtuber revelación, una importante figura de TikTok o emprender una carrera universitaria, pero muy pocos responderían que quieren ser campesinos.

Por ello figuras como El Borrego, La Chuchunqueñita, Los Escachaitos o Nubia e Hijos marcaron la diferencia en las redes sociales mostrando sus labores en los campos colombianos y de esta forma llegando a los públicos más jóvenes del país.

“Quiero que por medio de mis videos las generaciones que se están yendo del campo no lo olviden. Es bueno que vayan a la ciudad pero también deben regresar porque gracias a todos los campesinos es que come Colombia”, dijo la Chuchunqueñita.

Según un estudio del Departamento Nacional de Estadística, Dane, los agricultores colombianos tienen una edad que oscila entre los 41 y 64 años, y en algunos departamentos la edad promedio sobrepasa los 57 años. Esto plantea la preocupación de que en una década podría escasear la mano de obra para la agricultura en Colombia.

Investigaciones indican que hay un total de 12 millones de jóvenes entre los 14 y 18 años, de los cuales aproximadamente 22% son jóvenes rurales. Sin embargo, la mayoría de estos jóvenes no encuentran oportunidades adecuadas en el campo para su desarrollo y crecimiento, por lo que optan por dejar sus tierras y llegar a las grandes ciudades.

“Estamos en el punto en el que le podemos decir a los jóvenes que uno puede vivir en el campo, yo lo que estoy haciendo es mostrándole a los jóvenes que hay una manera diferente de ver el campo, juntandolo con la tecnología.”, dijo El Borrego.

En cuanto a cifras, el youtuber más importante de este listado es él, pues tiene 31,2 millones de seguidores en TikTok y 5,7 millones en Instagram. Este influenciador ya lleva cuatro años de carrera, pues inició en plena pandemia a grabar contenido mientras acompañaba a su papá a recuperar la granja familiar.

“No me aguantaba estar más tiempo en la casa, entonces me escondía en el platón de la camioneta de mi papá y él me llevaba hasta la finca de mi abuelo que estaba abandonada”, dijo Carlos Alberto Díaz como es su nombre de pila.

La influenciadora que está marcando la parada en redes sociales es La Chuchunqueñita, una joven que hace un año decidió grabar contenido desde su finca en la vereda El Chuchunco ubicada en el municipio de Buritica Antioquia.

A partir de ese momento se ha dedicado a publicar contenidos de su diario vivir en el campo, uno de sus vídeos donde se muestra sembrando frijoles y maíz, entre algunos.

En TiktTok ya cuenta con 3,4 millones de seguidores, 690.000 en Instagram y 545.000 en Facebook. En los comentarios de los vídeos hay usuarios que dicen “hicimos famosa a la persona correcta”.

Esta influenciadora trabajó en Medellín, pero decidió volver al campo, pues afirma que “la ciudad no es lo suyo”. Debido a la mala señal que tenía en su vereda tenía que grabar su contenido en la finca y los fines de semana bajar desde la vereda hasta el pueblo para poder subirlos a TikTok.

Según cuenta, su canal ha servido para que muchos otros jovenes en la ruralidad pierdan la verguenza de subir videos de sus actividades diarias en el agro colombiano. Sin embargo, en un principio los comentarios malos robaban su atención.

“Me criticaban mucho por mi voz, yo era muy tímida, pero ya ahora me muestro tal cual como soy”, dijo.

Otros de los influencers que mueven el agro colombiano son Los Escachaitos, una familia campesina que reside en la vereda Foraquira del municipio de Jenesano, Boyacá, una región conocida por la producción de ciruelas, manzanas, duraznos, peras y, naturalmente, papas. Su casa se encuentra junto a la carretera donde los nueve hermanos crecieron en solo dos habitaciones.

Iniciaron con sus vídeos en abril de 2021 y desde entonces el slogan “que viva el campo, ¡que viva!” ha resonado por sus redes sociales, las cuales ya cuentan con nueve millones de seguidores en TikTok, 2,6 millones en Instagram y 4,3 millones en Facebook.

Otra familia que figura en redes sociales es Nubia e Hijos, ellos se hicieron famosos durante la pandemia gracias a sus videos en YouTube, en los que promueven buenas prácticas de cultivo y sostenibilidad, al mismo tiempo que muestran la situación que enfrentan muchas familias rurales Y recogiendo lo que dice El Borrego, sí es verdad que los jóvenes necesitan quedarse más en el campo.

El relevo generacional es un tema de cuidado para la agricultura en Colombia. En el marco del Congreso Asoleche, Mauricio Perfetti, economista, entregó cifras preocupantes sobre el rápido envejecimiento en lo que serían las zonas más productivas del agro en el país.

Las razones por la que la gente se va del campo, según explica Perfetti, es que las barreras se despliegan desde el bajo potencial económico en ingreso en aquellos casos en que la agricultura es de baja productividad, y de más bajos niveles de capitalización.

“Esto hace que haya efectos en migración en contra del relevo generacional. En las condiciones de menos productividad, las personas prefieren migrar”, dice.

El economista reitera que hay que ver el relevo generacional desde las realidades de los jóvenes. “Los jóvenes no son homogéneos en distintos ámbitos, en primer lugar”, continúa, y trae a colación un estudio hace énfasis en que una parte del relevo debe estar en la conformación de un entorno mas sostenible, y teniendo en cuenta que el papel de los jóvenes hoy es muy importante en la biodiversidad a partir de la transferencia de conocimiento y temas de la seguridad alimentaria. Esto es clave en el panorama de hoy.

“Si los jóvenes no nos animamos a ser granjeros, no habrá campesinos”

Si usted es un usuario frecuente de redes sociales, muy seguramente se ha encontrado a un joven con cabello crespo, botas pantaneras y un peculiar saludo de “hola, granjeros”. Le hablamos de Carlos Alberto Díaz, mejor conocido como El Borrego, que con apenas 17 años ya alcanzó los 33 millones de seguidores en su cuenta de TikTok con su contenido dedicado a labores del agro en su granja en San Francisco, Cundinamarca.

¿Cómo tomó la decisión de empezar a hacer vídeos en redes sociales?

Cuando llegó la pandemia en la familia nos mudamos todos a un apartamento grandecito, pero pues éramos somos ocho y yo estaba acostumbrado a salir y volver a la casa a las 8 p.m. o 10 p.m. de la noche de montar bicicleta o ir a piscina con mis amigos. Entonces me aburrí y mi papá empezó a venir a la finca de mi abuelo que estaba abandonada, yo lo quise acompañar, pero como estábamos en pandemia, pues me tocaba esconderme en el platón de la camioneta para poder ir con él. Luego mi hermano me quiso empezar a grabar en la finca mientras que yo hacía lo que iba aprendiendo en tutoriales que veía en internet y así nació La Granja del Borrego.

¿Pero usted siempre quiso ser influencer o no?

Sí, pues yo antes tenía mis canales de YouTube donde tenía vídeos jugando Minecraft o conduciendo mis carros a control remoto, pero realmente esos vídeos llegaban a tener uno o dos likes, que creo que eran de mis familiares.

¿Ahora que busca transmitirle a los jóvenes con respecto a su visión frente a las labores del campo?

Hoy en día llama mucho la atención a los jóvenes, y esto es una realidad, el querer ser youtuber que ser campesino. Los influencers muestran una vida muy chévere, pero ellos no han visto que la vida en el campo también es una opción chévere. Ahora ellos dicen “no, no quiero ser granjero”, pero si ninguno quiere ser, en 30 años que ya no esté en los que están ahorita puede ser terrible. Si no hay granjeros de aquí a 40 años ¿que vamos a hacer?.

¿Cuándo se dio cuenta que podía vivir de hacer vídeos en internet?

Cuando supe que se habían dado las cosas fue una vez que un vídeo explotó y llegó a 1,5 millones de visualizaciones, cuando la mayoría llegaban máximo a las 10.000 como máximo diarias que era muy poquito para todo lo que se estaba haciendo. Yo decía “muy bien los números y eso, pero pues uno tampoco vive de solo eso, entonces ya luego llegó la primera campaña, me gané como US$100 y pagando impuestos me terminaron quedando US$40.

¿Recuerda esos primeros comentarios que le hacían en redes o su familia?

Me acuerdo que me felicitaban mucho porque es un contenido sano, por ahí un primo me molestaba pero no le ponía mucha atención. Hubo comentarios que hacían que no iba a gustar tanto porque si no teníamos influencers del agro y si no había, es porque ese contenido no gustaba, pero yo decidí atreverme.

¿Qué le decían sus amigos?

Lo que pasó fue es que recién empezó la pandemia, como al mes me salí del colegio porque yo estudiaba en un colegio cerca de Bogotá y yo soy de La Vega entonces, pues como me iban a pedir clases virtuales con tres megas que uno pagaba internet. Al final me distancié de mis amigos del colegio entonces no pude ver que opinaron de mis vídeos.

¿Cómo nació la idea de su marca de café y cómo le ha ido con eso?

Le puse La Floresta por mi abuelo, él también vendía café y a partir de ahí comenzó el proyecto. Ahora queremos llevarlo a más partes del mundo como México, que la mayoría de mis seguidores son mexicanos, a Guatemala, Chile, Perú, Bolivia y muchos otros.

¿Cómo ha influenciado a su familia? Porque hasta su mamá ya hace vídeos

Somos cuatro hermanos y tres trabajamos en redes, mi hermana ahorita también está haciendo sus vídeos. Mi hermano empezó a grabarle los vídeos a mi mamá y ella muy juiciosa todas las noches hacía la lista de vídeos que tenía que hacer y así hasta el día de hoy. Le gusta mucho, pensé que le iban a afectar de pronto los comentario, pero le ha ido muy bien.

¿Cómo fue la reacción de su mamá al darse cuenta que podía vivir así?

Yo ya vivía esto hace rato y además llevaba dos años viviendo esto, ya tenía experiencia, ya estaba en una agencia.