Control del nitrogeno en el cultivo de las flores aumenta la calidad del prodcuto
El nitrógeno es constituyente de numerosos compuestos orgánicos dentro de los cuales se incluyen los aminoácidos que forman las proteínas, las enzimas, vitaminas y ácidos nucleicos. Sin embargo la asimilación del elemento depende de los aportes adecuados y oportunos.
La fuente de nitrógeno tradicionalmente conocida en flores es el nitrato. Éste fertilizante tiene asociado varias pérdidas agronómicas en su proceso de movilización desde el suelo hasta llegar a su absorción e incorporación en la planta, adicionalmente el alto gasto energético de la planta en su proceso de metabolización, lo convierte en una fuente ineficiente.
No se deben dejar de mencionar las consecuencias funestas que en contaminación esto acarrea, por vertimiento de nitratos a fuentes hídricas.
En este sentido el uso de nuevas fuentes que mediante aplicación foliar excluya los procesos de transformación en el suelo y que además tengan tecnologías avanzadas que permitan una mayor disponibilidad en el tiempo, generan una marcada diferencia en la efectividad del nitrógeno aplicado y la respuesta productiva. Disminuyendo por demás las fuentes de contaminación al ambiente.
El agro ecosistema florícola en la mayoría de los casos presenta una relación desbalanceada entre potasio y nitrógeno (N/K), debido al bajo control que se tiene al aplicar fuentes nitrogenadas, lo cual acarrea, altas concentraciones de nitratos en la solución del suelo, altas conductividades eléctricas y altos pHs; situación que no permite una buena nutrición del cultivo y un exceso de nitrógeno en el entorno radical cuando lo que se requiere es una mayor concentración de potasio.
Es por esto que las nuevas tecnologías de liberación controlada de nitrógeno son una herramienta fundamental en la nutrición, fertilizantes foliares que contengan nitrógeno en forma de urea formaldehido son una herramienta que entrega el nitrógeno en la concentración y tiempo adecuados permitiendo que no se contaminen las aguas subterráneas y no se desbalancee la solución del suelo.
Las pruebas en campo, demuestran como el nitrógeno en forma de urea formaldehido, regulan el ciclo del nitrógeno en los cultivos logrando mayores productividades y calidades.