Consumo per cápita de aceite de palma fue de 20 kilogramos por habitante
El buen comportamiento del clima llevó a que la producción de aceite de palma del país creciera en 2017; caso contrario ocurrió en 2018 donde florecieron los problemas de rentabilidad, la presencia de enfermedades, altos costos de producción y caída de las producciones.
De acuerdo a las estimaciones de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma, Fedepalma, es factible que al cierre de 2018 la producción este por debajo 12% frente a lo acontecido en el 2017.
Con relación al mercado nacional, el departamento económico de Fedepalma estima que el consumo de aceite de palma estaría alrededor de 1 millón de toneladas, lo que equivale a un consumo per cápita de 20 kg por habitante.
“Sin embargo, es importante señalar que las ventas locales fueron de 708.000 toneladas entre enero–noviembre, una disminución del 5% frente al registrado en 2017. Mientras tanto, las importaciones de aceites de palma aumentaron 96.000 toneladas para el período enero–noviembre de 2018, llegando a 273.000 toneladas”, se consigna en el informe gremial.
Frente a las exportaciones, éstas llegaron a 775.000 toneladas, representando un aumento de 3% respecto al 2017.
Lo anterior significa, que se ratifica la constante de que la distribución de las ventas totales de aceite crudo de palma se dirige en 52% al mercado externo y 48% al local.
Según el Dane, “el aceite de palma y sus fracciones se consolida como el cuarto producto de exportación en el grupo de productos agropecuarios, alimentos y bebidas, tan solo detrás del café, flores y banano. Durante el período enero–octubre de 2018, el valor de dichas exportaciones fue de US$407,2 millones, un aumento de 9,1% respecto al mismo período de 2017”.
Bajos precios
Respecto a los precios internacionales (que determinan la cotización interna), fueron los más bajos de la última década, al tasarse en US$400 por tonelada de aceite.
Esa caída, que se sintió con rigor en el segundo semestre de 2018, fue causada por los altos niveles de inventarios en el Sudeste Asiático, donde se concentran los mayores productores del mundo. Se destacaron los inventarios de Malasia que estuvieron por encima de los 3 millones de toneladas al cierre de noviembre de 2018.
Esas existencias, según el informe económico de Fedepalma, se encuentran en su nivel más alto en los últimos 18 años.
Pudrición de Cogollo sin freno
La aparición de la Pudrición de Cogollo, PC, enfermedad letal en la palma en otra zona (Magdalena) muestra que es el principal riesgo de ese cultivo en el país.
Muestra de su severidad se hace palpable al arrasar las plantaciones de Tumaco, en Nariño, mientras en Santander, literalmente, está dando cuenta de ellas, al afectar más del 50% de las mismas.
Según directivos del Magdalena Medio, los programas de erradicación para frenar el accionar del inóculo de la enfermedad están frenados desde hace dos años.
La gran amenaza es que pueda afectar plantaciones de zonas vecinas, como por ejemplo el sur del Cesar, que están libres de la enfermedad.