Comunidades del norte del Cauca avanzan en su transformación rural con millonaria inversión
Con una inversión de más de $15.800 millones, el Ministerio de Agricultura, junto con organizaciones campesinas, indígenas, afrodescendientes y el sector privado puso en marcha la segunda fase de un importante convenio que busca impulsar el desarrollo rural en el norte del departamento del Cauca.
El acuerdo fue firmado este martes entre el Ministerio, Asocaña, la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca (Aconc), la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acin), la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (Anuc) y Fensuagro. Su objetivo es beneficiar a más de 3.000 familias rurales, promoviendo la productividad, la asociatividad y el fortalecimiento de economías comunitarias.
Durante el evento de presentación de resultados de la primera etapa del convenio, se reveló que 1.200 familias productoras de café, cacao y caña panelera fueron beneficiadas previamente con la mejora de 1.800 hectáreas de cultivos y la creación de empresas rurales en la región.
“Esta es una apuesta concreta del Gobierno. Un modelo donde el Estado, las comunidades y el sector privado demuestran que sí es posible construir paz y desarrollo desde el campo”, afirmó la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino.
Más cultivos, más comunidades, más impacto
Mientras que la primera fase destinó $13.602 millones al fortalecimiento de prácticas agroindustriales sostenibles e infraestructura productiva, esta segunda etapa amplía la cobertura a 13 municipios y suma una nueva línea productiva: el arroz, liderada por las comunidades indígenas agrupadas en la Acin. Con esta expansión, la intervención superará las 3.400 hectáreas, con un fuerte componente de tecnificación y valor agregado, clave para consolidar empresas comunitarias sólidas y competitivas.
La presidenta de Asocaña, Claudia Calero, destacó la alianza como una fórmula de éxito: “Lo logramos gracias al trabajo conjunto con las comunidades. Esta alianza debe perdurar, porque demuestra que cuando nos unimos con propósito, sí es posible transformar realidades”.
Los beneficiarios del convenio coinciden en el impacto positivo que ha tenido la iniciativa en sus vidas y comunidades. Adán Orejuela, gerente de la empresa comunitaria Chocotonga, asegura que el apoyo técnico recibido ha marcado una diferencia en la calidad del producto: “La asistencia técnica ha sido clave para mejorar la producción desde la finca”.
Mientras que Rodolfo Montero, productor de panela, lo resume con entusiasmo: “Este tipo de alianza tenía que haber llegado mucho antes. Es el respaldo que siempre habíamos esperado".