“Como resultado, muchos se ven obligados a la quiebra o a vender sus tierras”
El sector agropecuario enfrenta una crisis debido a los incrementos desproporcionados en el impuesto predial rural. Ganaderos, agricultores y parceleros denuncian aumentos que, en algunos casos, pueden alcanzar a multiplicarse hasta el 1.000%, lo que pone en riesgo la sostenibilidad económica de sus actividades.
Productores del Meta y Sucre han manifestado su preocupación por los elevados costos en el avalúo catastral de sus tierras, lo cual se ha derivado en impuestos prediales que resultan ser impagables. Por ejemplo, en municipios como Puerto López se registran aumentos de cerca de 600% en el avalúo catastral en los últimos dos años, sin que hasta la fecha se hayan ajustado.
Jairo Hernández Gamarra, presidente de la Federación de Ganaderos de Sincé, afirmó que “el reavalúo de los predios rurales fue exorbitantes y que en esta región alcanzaron a duplicar, triplicar y hasta quintuplicar el anterior, sin tener en cuenta tamaño del predio y muchas condiciones más. Aquí a todos nos subieron el impuesto, sin distinción”.
Tras las preocupaciones que existen en el sector, José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), habló frente al tema y las posibles consecuencias que traería esta situación.
¿Cuál es el impacto más importante del aumento desmedido del impuesto predial en el sector ganadero?
El impacto es muy alto porque, en mi opinión, los avalúos catastrales se ajustaron a precios que, incluso en el mercado actual, no pueden ser comercializados. En algunas zonas del país, estos valores pueden estar entre 20% y 30% por encima del precio real, lo que genera un impacto significativo en el pago del impuesto predial e, incluso, en el patrimonio de pequeños, medianos y grandes productores.
¿Cómo afecta este incremento a los pequeños y medianos ganaderos en comparación con los grandes productores del país?
En el caso de los pequeños ganaderos, las afectaciones son significativas. En Colombia hay más de 582.000 pequeños ganaderos, con un promedio de 19 animales cada uno. Esto significa que pueden poseer fincas de entre 20 y 30 hectáreas. Sin embargo, con los recientes avalúos catastrales, esa cantidad de ganado no les permite generar ni siquiera el equivalente a dos salarios mínimos de ingreso bruto.
Como resultado de toda esta situación, muchos se ven obligados a la quiebra o a vender sus tierras, lo que, en lugar de promover una mejor distribución de la tierra, empuja a los campesinos a abandonar la producción agropecuaria.
¿Considera usted que existe el riesgo de que este aumento en la carga tributaria provoque una reducción en la producción ganadera?
Es posible, pero más que eso, lo que finalmente ocurre es que se eleva la renta a un nivel tan importante, que los precios internos del ganado no alcanzan para cubrir las obligaciones tributarias. Como resultado, la tributación se convierte en una exacción de rentas que puede llevar a muchos productores a la quiebra.
¿Qué medidas se podrían tomar desde el sector ganadero para mitigar el impacto económico de este impuesto y seguir siendo competitivos a nivel nacional e internacional?
No, yo creo que los ganaderos tendrían que hacer un esfuerzo para reunirse, especialmente con los alcaldes y concejales, porque, fíjense, los avalúos catastrales, que en algunos casos eran bajos, tenían las tarifas más altas que eventualmente permite la ley para fijar, en función del avalúo catastral, el impuesto predial a pagar.
Por consiguiente, si se sinceran los avalúos catastrales y en algunos casos superan el valor real del predio, creo que será necesario reducir el porcentaje de cobro que los municipios han establecido para estos.
¿Qué papel deberían jugar el Gobierno y las autoridades locales para encontrar un equilibrio entre la tributación y el desarrollo sostenible del sector?, teniendo en cuenta que desde el Ministerio de Hacienda se ha señalado que no se puede cobrar más del doble del impuesto y, asimismo, la existencia de la Ley 44 de 1990.
Claro, la ley existe precisamente para poner un freno, pero eso no significa que no haya que sentarse con las autoridades, en este caso concejales y alcaldes, a revisar cuál es el porcentaje que, eventualmente, deben tributar los predios en función del avalúo catastral, sin llegar a exceder límites.
Desde su perspectiva, ¿qué consecuencias a largo plazo podría tener este aumento en el impuesto predial sobre la seguridad alimentaria y la economía rural del país?
La tierra es un activo productivo que, en la medida en que se grave, vuelve muy poco rentable la actividad agropecuaria. Como resultado, en lugar de invertir en el sector agropecuario, la gente desvía su capital hacia otros sectores de la economía colombiana, que eventualmente pueden ser mucho más atractivos. Cómo se podría llegar a presentar en este caso.