Combinación de inversión y políticas en el agro local
Con los esfuerzos del desarrollo económico y social del posconflicto, el campo se ha convertido en una oportunidad de oro para transformar a Colombia en uno de los países más competitivos de la región.
Según cifras de la Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA), el área cultivada del país ascendió a 5,1 millones ha el año pasado siendo los cultivos agroindustriales los de mayor participación con 32,4% y los que menos las plantas aromáticas, condimentarías y medicinales, con 0,1%.
Y es que de acuerdo con un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con una buena combinación de inversión y políticas, las áreas rurales podrían llegar a convertirse en tierras de grandes oportunidades económicas.
En ese sentido, el Plan Colombia Siembra tiene la expectativa de sembrar más de un millón de hectáreas en tres años aunque según estimativos las hectáreas que pueden llegar a ser cultivadas en todo el territorio nacional pueden llegar a más de 26 millones.
Desde la década de 1990, se ha venido produciendo una transformación rural en todo el planeta. Desde entonces, 750 millones de habitantes rurales más tienen actualmente ingresos por superiores a la línea de pobreza moderada.
La investigación de la FAO también identificó que las áreas rurales encierran un gran potencial de crecimiento económico vinculado a la producción alimentaria y a los sectores relacionados.
Asimismo, el documento recalcó que para lograr ese objetivo en el agro mundial sería necesario superar una compleja combinación de baja productividad en la agricultura de subsistencia sumado a las limitaciones existentes para la industrialización en muchos lugares, y el rápido crecimiento demográfico y urbanización.