Colombia está dentro del podio de los mayores productores de papaya en la región
La papaya es una fruta tropical de alto consumo a nivel mundial y que cada vez es más demandada en mercados como el estadounidense. Es una excelente fuente de antioxidantes, contiene vitamina C, flavonoides y carotenos, minerales como el potasio y magnesio y aporta fibra a sus consumidores.
Según las cifras de ProducePay, el mercado de Estados Unidos importó el año pasado 233.728 toneladas de papaya fresca, lo que representó un incremento de 5,8% respecto a 2021 y 26,4% frente a 2020.
Aunque el principal proveedor de esta fruta para ese mercado es México, con 85% de las importaciones, hay un segmento creciente en el que puede entrar el mercado colombiano.
Las cifras de la FAO, recopiladas por ProducePay, muestran que los principales productores de Centro y Sudamérica son Brasil, Perú y Colombia; mientras que los dos primeros tuvieron entre 2019 y 2021 una ligera alza en la producción, el país cafetero tuvo algunas oscilaciones.
Aunque Brasil sobrepasó las 1.000 toneladas anuales de papaya producidas, no tiene grandes exportaciones hacia Estados Unidos, situación relacionada con la cercanía geográfica de México y Costa Rica.
En los últimos tres años, Perú ha logrado sobrepasar las 200.000 toneladas en producción, mientras que Colombia ha tenido una tendencia a la baja, que lo ubica cercano a 130.000 toneladas. Estos dos países actualmente están en la carrera para quedarse con el segundo puesto en Latinoamérica.
Esa tendencia bajista en la producción tuvo que ver con el fenómeno de La Niña, que duró más de 30 meses presente y que afectó, en general, a los frutales, por su delicadez durante los estados de floración y la conformación de un cóctel perfecto para que enfermedades y plagas ataquen a estos cultivos.
Según cifras de Asohofrucol, la papaya es cultivada en 24 departamentos y el líder en la producción de esta fruta es Córdoba,con 23.982 toneladas durante 2022. Le sigue Magdalena (21.334), Meta (11.677), Valle del Cauca (10.176), Santander (9.868), Cundinamarca (9.515), Huila (7.177), Casanare (6.243), Quindío (6.068), Arauca (5.639), Antioquia (5.078), Tolima (3.122), Bolívar (2.250), Norte de Santander (1.848) y Nariño (1.573).
Si se tiene en cuenta el total de hectáreas (ha) sembradas en estos departamentos, hay un total de 7.903 ha, con un área cosechada de 6.794 ha, que sumaron durante 2022 129.993 toneladas.
Según las cifras de Procolombia, en el rubro de exportaciones de esta fruta, el principal destino entre el periodo de enero a abril de 2023 fue Emiratos Árabes Unidos, con ventas por US$94.128; seguido de Reino Unido, con US$57.100; Curazao, con US$43.187; España, con US$30.662; Aruba, con US$26.738; Alemania, con US$22.401; y Panamá, con US$16.578.
Si se compara con las exportaciones de papaya del año pasado, que tuvieron un valor de US$220.930, en los primeros cuatro meses el mercado ha exportado papaya por más de US$313.118, lo que representa un alza de 41,7%.
El mercado estadounidense
Según ProducePay, la comercialización de esta fruta fresca en el mercado estadounidense se realiza en tres empaques diferentes: una de 3,5 kilogramos containers; otra de 30 a 35 libras cartons; y otra de 35 a 40 libras cartons. En el caso de la segunda presentación, el valor promedio rondó entre US$12,63 y US$23,80 entre 2020 y 2022, pese a que hubo diferentes variaciones mes a mes. México se consolida como el principal exportador hacia Estados Unidos de papaya, con 85% del mercado total, dejando a Guatemala en el segundo escalafón, con 13%.
“Esta fruta nos cambió la vida, ayudó a la reconciliación y la paz”
En la zona baja de los Montes de María, en el corregimiento de El Salado, en el Carmen de Bolívar, 45 familias que fueron desplazadas por el conflicto armado retornaron hace unos 10 años a su hogar para reconstruir el tejido social de su comunidad.
Yoleida Salcedo Martínez, lideresa de la comunidad, mujer rural y representante legal de Asoagropat, contó del cambio de vida que tuvieron con la siembra de papaya y de la importancia de la paz del campesinado.
¿Cómo nació la asociación?
Éramos productores de tabaco negro por tradición, pero debido al desplazamiento y a la guerra que sufrimos, las empresas que compraban nuestro tabaco, desertaron. Al retorno volvimos a intentar sembrarlo y desafortunadamente a toda la región se le dañó el cultivo porque no había comercialización.
¿Qué hicieron entonces?
Empezamos a tocar puertas y aún estaba en el corregimiento Fundación Semana, nos dieron la oportunidad de conocerlos, nos bajaron a la vereda y nos propusieron sembrar frutos.
En ese entonces las opciones eran naranja y papaya, pero la zona donde nosotros estamos es muy árida y seca.
Los inviernos son de tres meses consecutivos, y nos cae el agua hasta por demás, aguaceros torrenciales y el resto del tiempo es muy seco. Escogimos la papaya, y nos ha ido bien.
¿Qué ventaja tiene la papaya que producen?
Empezamos a conocer del negocio, la producción nos ayudó mucho, la manera limpia como la cultivamos. Tenemos una gran bendición porque estamos ubicados en una zona estratégica donde los días son muy calientes, con temperaturas mayores a 40° y con madrugadas muy frías, lo que le da al fruto un color y una textura única.
¿Es la papaya símbolo de paz?
Nacemos por la necesidad de reencontrarnos, con el tema de la guerra se pierde la confianza, uno se esconde, no se relaciona. Cuando retornamos, teníamos que reencontrarnos y eso dio pie a través de los talleres que recibimos, recuperar el tejido social que quedó tan roto. Nosotros, desde entonces, le llamamos la papaya de la reconciliación y la paz.
Es un fruto muy importante, nos cambió la vida, nuestra economía mejoró, nunca antes con los otros cultivos que hacíamos como yuca, ñame, maíz, los tradicionales, tuvimos unas ganancias tan reflejadas como nos ha dado la papaya.
¿Cuántas hectáreas tienen?
Actualmente, estamos implementando 19 hectáreas. Estamos en plena siembra y metidos en campo. La papaya da cosecha en ocho meses y una hectárea da una tonelada semanal. Planeamos ampliar ese hectareaje, este proyecto que tenemos ahora se diferencia a nuestras siembras anteriores porque con la ADR conseguimos sistema de riego.