“Colombia es una estrella emergente en el mercado global del aceite de palma”
La Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible (Rspo) es una figura fundamental en la industria de aceite de palma para hacer que esta sea mucho más sostenible, una de las banderas del sector, y que es clave para proteger el medio ambiente, las comunidades, los empleados y la vida silvestre. En términos generales, esta es una organización global sin fines de lucro con una base de miembros voluntarios. Una de sus figuras más relevantes es el colombiano Camilo Santos Arévalo, Deputy Director para Latam en la Rspo, quien habla a propósito del 53° Congreso Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, que se realizará del 11 al 13 de junio en el Centro de Eventos Valle del Pacífico en Cali.
¿Qué hace la Rspo?
Es una alianza global para el aceite de palma sostenible. Fue fundada en 2004 por miembros como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la Asociación de Aceite de Palma de Malasia (Mpoa), Unilever, AAK y Migros. Cuenta con más de 6.000 miembros en 105 países, abarcando la cadena de suministro: desde productores y comerciantes hasta fabricantes, minoristas, inversionistas y ONG, todos comprometidos con transformar la industria del aceite de palma en beneficio del medio ambiente, la biodiversidad y las comunidades locales.
La Rspo establece estándares globales para el aceite de palma sostenible, los cuales son verificados mediante la certificación por parte de auditores independientes, acompañada de procesos de formación, monitoreo y mecanismos justos y transparentes para abordar cualquier incumplimiento. Sus miembros colaboran para asegurar que la producción de aceite de palma respete criterios ambientales, fomente la responsabilidad social y apoye el desarrollo económico. A través de este esfuerzo colectivo, la Rspo desempeña un papel clave en la construcción de un futuro más sostenible para uno de los aceites vegetales más utilizados del mundo.
¿Por qué es importante la Rspo para la industria de los aceites vegetales?
Durante dos décadas, la Rspo ha reunido a actores clave para buscar soluciones conjuntas a los desafíos más críticos del sector de la palma. Ha creado una plataforma para transformar la forma en que se produce, comercializa y consume el aceite de palma, mediante el desarrollo e implementación de los estándares más rigurosos para la producción y el uso de aceite de palma sostenible.
Dado que el aceite de palma representa el 35% de la producción global de aceites vegetales utilizando solo el 10% del terreno destinado a cultivos oleaginosos, los Estándares Rspo garantizan prácticas sostenibles que protegen los bosques, la biodiversidad y las comunidades, al tiempo que promueven la prosperidad económica. Al certificar más del 20% de la producción mundial de aceite de palma y fomentar la colaboración en toda la cadena de suministro, la Rspo impulsa un impacto ambiental y social positivo, siendo una fuerza clave para asegurar que el aceite de palma siga siendo una solución sostenible y altamente productiva para la demanda global.
¿Cuál es todo el proceso general para obtener la certificación Rspo?
El proceso de certificación Rspo implica varias etapas para verificar el cumplimiento con los estándares Rspo e identificar áreas de mejora. La certificación es otorgada por auditores independientes de organismos de certificación (CB, por sus siglas en inglés) acreditados.
Estos organismos deben estar acreditados por una entidad independiente aprobada por la Rspo. Las empresas solicitan la certificación a través del CB, presentando información detallada sobre sus operaciones. Luego se realiza una revisión documental y una auditoría en campo, donde se evalúa el cumplimiento de los criterios ambientales, sociales y económicos de la Rspo.
En caso de no conformidades, se debe presentar un plan de acciones correctivas, y tras su implementación satisfactoria, se emite la certificación junto con una licencia Rspo válida. Auditorías anuales de seguimiento aseguran el cumplimiento continuo, reforzando la credibilidad del compromiso de la Rspo con prácticas sostenibles verificables.
¿Cuál es el estado del mercado del aceite de palma en Colombia y qué tan fuerte es el país en este sector?
Colombia es una estrella emergente en el mercado global del aceite de palma, el mayor productor de América Latina y un referente en prácticas sostenibles. Con cerca de 600.000 hectáreas de palma sembradas, aproximadamente el 21% está certificada por la Rspo, lo que demuestra su importante contribución al suministro global.
Los miembros de la Rspo en Colombia han priorizado la inclusión de pequeños productores y el cumplimiento riguroso de los estándares Rspo, posicionando al país como líder regional en producción sostenible. Colombia también se destaca por su rol pionero en investigación e innovación a través de entidades como Cenipalma.
Adicionalmente, el lanzamiento de APSColombia, el sistema nacional voluntario de certificación de sostenibilidad para el sector palmero, refuerza aún más el compromiso del país con las prácticas responsables, mientras el país amplía su presencia en sectores como biocombustibles, oleoquímicos y procesamiento de aceite de palma en toda la cadena de valor.
¿Cuáles son las consecuencias para una empresa que no cuenta con certificación Rspo?
La certificación Rspo genera confianza, garantiza el cumplimiento de estándares ambientales y sociales, y abre el acceso a mercados preferenciales, permitiendo que las empresas prosperen en una industria impulsada por la sostenibilidad, al tiempo que apoyan a las comunidades y los ecosistemas.
Aunque la Rspo no puede hablar por toda la industria, el creciente consumo global de aceite de palma sostenible certificado (Cspo), que alcanzó los 9.8 millones de toneladas métricas en 2024, sugiere que las empresas no certificadas podrían enfrentar una menor competitividad e incluso quedar fuera de cadenas de suministro.
¿Cómo apoya la Rspo a los productores de palma?
Empodera a los productores de palma mediante estándares rigurosos e iniciativas de capacitación que fortalecen capacidades, ayudándoles a aumentar de manera sostenible su productividad, acceder a mercados y mejorar su reputación. Al fomentar la colaboración y la mejora continua, la Rspo asegura que los productores, especialmente los pequeños productores, alcancen medios de vida sostenibles y contribuyan a una industria que protege a las personas, el planeta y la prosperidad.
Por ejemplo, el Fondo de Apoyo a Pequeños Productores (Rssf) ha invertido US$5 millones en 107 proyectos, beneficiando a 48,990 agricultores en 13 países. Además, la Academia de Formación para Pequeños Productores (STA) brinda herramientas, guías y buenas prácticas para la producción sostenible. En 2024, la oferta de Cspo alcanzó un nuevo récord: 16.1 millones de toneladas métricas, un crecimiento del 4.3% respecto al año anterior.
¿Qué hacer para que la industria sea más sostenible y amigable con el medio ambiente?
La producción sostenible de palma tiene un impacto comprobado y positivo en el medio ambiente. Al proteger los bosques y evitar la conversión de tierras en plantaciones, los miembros de la Rspo contribuyen a preservar el almacenamiento de carbono y reducir emisiones. Por ejemplo, gracias a la certificación Rspo, se han conservado o rehabilitado 20.551 hectáreas de turberas a nivel global. Para mejorar la sostenibilidad, la Rspo anima a productores a iniciar su camino hacia ella haciéndose miembros. Además, la Rspo mantiene un ciclo de revisión de sus estándares cada cinco años para asegurar su relevancia y mejora continua.
¿Cuáles son los principales desafíos de sostenibilidad que enfrenta América Latina?
El sector palmero en América Latina enfrenta desafíos como equilibrar el crecimiento económico con la protección ambiental y garantizar la inclusión de los pequeños productores en prácticas sostenibles. Existen riesgos de deforestación, disputas por derechos de tierra y la necesidad de marcos regulatorios más sólidos.
En Colombia, estudios del gobierno y del sector privado indican que el impacto de las plantaciones de palma en la deforestación es menor al 1%. Aun así, persisten desafíos clave como:
● Problemas legales relacionados con la tenencia de la tierra.
● Actualizaciones en la legislación ambiental en varios países de la región.
● Regulaciones de derechos humanos en países importadores que exigen trazabilidad (como el Eudr).
¿Qué proyectos futuros están en camino?
La Rspo está desarrollando proyectos innovadores para fortalecer la producción sostenible de palma, incluyendo el lanzamiento de prisma en febrero de 2025. Prisma (Palm Resource Information and Sustainability Management) es una nueva herramienta de la Rspo diseñada para facilitar el comercio y el cumplimiento con regulaciones globales como la Eudr. Como plataforma central de colaboración, prisma organiza información y optimiza procesos para mejorar la eficiencia, la alineación entre actores y la rendición de cuentas. Esto permitirá a los miembros de la RSPO mantener el liderazgo en sostenibilidad y responder mejor a las exigencias del mercado.
También avanza la implementación del Marco Piloto del Enfoque Jurisdiccional (JA) de la Rspo, con pilotos en Malasia, Indonesia y Ecuador, que promueven paisajes sostenibles a nivel regional. Este enfoque implica una planificación integral de la producción de palma a nivel jurisdiccional, involucrando gobiernos locales e internacionales, productores, pequeños agricultores y comunidades.
La Rspo también continúa fortaleciendo programas como la Academia de Formación para Pequeños Productores, lanzada en 2019, que ofrece acceso a capacitaciones de alta calidad, guías y herramientas prácticas para mejorar los medios de vida agrícolas.
¿Cuáles son sus prioridades principales para los próximos años?
Las prioridades de la Rspo incluyen aumentar la producción de aceite de palma sostenible certificado (Cspo) para satisfacer la creciente demanda mundial, mejorar la inclusión de pequeños productores mediante financiamiento y formación, y desarrollar herramientas digitales como prisma para asegurar la trazabilidad y el cumplimiento de normativas como la Eudr. También se prioriza el fortalecimiento de alianzas con gobiernos, ONG y actores industriales para promover la responsabilidad compartida en toda la cadena de valor, impulsando así la innovación, la colaboración y el impacto positivo en comunidades, biodiversidad y clima.
¿Cómo ha sido su experiencia en este rol?
Como ingeniero formado en Costa Rica, con experiencia en ecosistemas de selva tropical y trabajo conjunto con agencias regulatorias ambientales, lideré el desarrollo del sector palmero en los Llanos Orientales de Colombia, una región con más de 250,000 hectáreas sembradas. También me desempeñé como Director de Cadenas de Valor Agroforestales en el Ministerio de Agricultura durante y después de la pandemia. Estas experiencias me han permitido adquirir un profundo conocimiento del ecosistema de la palma de aceite. Desde esta base, he podido compartir mi experiencia y pasión por la sostenibilidad con los otros 11 países productores de América Latina.
¿Qué necesita aún Colombia para consolidarse como una potencia en la industria de los aceites vegetales?
Colombia puede convertirse en un líder global en la industria de los aceites vegetales si fortalece la capacitación a pequeños productores, moderniza sus técnicas agrícolas y mejora su infraestructura. Impulsar la sostenibilidad mediante políticas ambientales sólidas y alianzas con mercados internacionales reforzará su competitividad. Al equilibrar el crecimiento económico con prácticas responsables, el país podrá responder a la creciente demanda de aceites sostenibles como el de palma.
Colombia cuenta con más de 5 millones de hectáreas de frontera agrícola con alta aptitud para el cultivo de palma. Sin embargo, factores como la seguridad jurídica y la infraestructura adecuada aún requieren mayor evaluación.