China aún puede cumplir con el compromiso estadounidense sobre la soja
Se espera que China intensifique las compras de soja estadounidense para cumplir con su compromiso de comprar al menos 12 millones de toneladas para finales de año, según varios comerciantes, lo que subraya la esperanza más amplia del mercado de que, al menos en la agricultura , una frágil tregua comercial pueda mantenerse
Los importadores estatales, como Cofco, recibirán más envíos en las próximas semanas, según informaron comerciantes de compradores comerciales y estatales, quienes pidieron no ser identificados por no estar autorizados a hablar con los medios. Estos volúmenes ayudarán a China a cumplir los compromisos adquiridos a finales de octubre, añadieron, aunque el momento y la magnitud de los envíos siguen siendo inciertos.
Tras la reunión del líder chino, Xi Jinping, con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en Corea del Sur hace poco más de un mes, Washington anunció que Pekín había prometido reservar al menos 12 millones de toneladas de soja este año.
A esto le seguirían compras adicionales de al menos 25 millones de toneladas anuales durante los próximos tres años, lo que aparentemente resolvería un importante punto de desacuerdo. China no ha confirmado oficialmente ese objetivo, pero ha tomado medidas para reducir los aranceles sobre el cultivo y ha levantado las prohibiciones de importación a tres exportadores estadounidenses.
A menos que existan impedimentos políticos, "no habría razón para que no hubieran realizado al menos esa cantidad de ventas. Que se envíen o no, eso es otra cuestión", dijo Wayne Gordon, de la división de gestión patrimonial de UBS Group AG.
El problema es que, con solo unas semanas para que termine el año, el tiempo apremia. Según cálculos de Bloomberg basados en datos del Usda, los compradores chinos han reservado aproximadamente 3 millones de toneladas, aún muy por debajo del objetivo. El Usda no anunció nuevas compras por parte de China a primera hora del martes.
Para alcanzar el objetivo, los compradores tendrían que reservar los volúmenes restantes en menos de un mes, y el ritmo impredecible ha alimentado la preocupación de que China pueda verse obstaculizada por obstáculos burocráticos y logísticos, incluso si quisiera cumplir con su aparente compromiso.
"El hecho de que no tenga sentido comercial para los compradores adquirir soja estadounidense naturalmente desacelerará el ritmo de compras", dijo Even Pay, director de la firma de asesoría Trivium China, con sede en Beijing, y agregó que la promesa de 12 millones de toneladas ahora parecía casi fuera de alcance.
A principios de noviembre, ese objetivo era ambicioso, pues exigía a los compradores reservar poco más de un millón de toneladas semanales durante el resto del año. Pero no se cumplió, y para alcanzarlo ahora China tendría que reservar más de dos millones de toneladas semanales, incluyendo la semana de Navidad, lo que parece prácticamente imposible, añadió.
Aun así, los comerciantes afirmaron que esperaban que los compradores no comerciales siguieran recibiendo envíos. Las empresas estatales chinas, principalmente Cofco, seguirán representando la mayor parte de las compras de este año, y se espera que algunos volúmenes se incorporen a las reservas estatales, según las fuentes. Es probable que las reservas se realicen antes de finales de este año, de acuerdo con el acuerdo, aunque los buques podrían cargarse a principios de 2026, incluso en la próxima campaña de frijol estadounidense, indicaron.
Con esos mecanismos, el total podría superar los 12 millones de toneladas, dijeron los comerciantes, incluso si las trituradoras comerciales continúan dependiendo en gran medida del suministro más barato de Brasil. Cofco no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de Bloomberg.
La compra de soja por parte de China ha sido un punto clave en su tensa relación comercial con Estados Unidos. La aparente promesa de Pekín en octubre se produjo tras una pausa de meses en las compras, a medida que se intensificaban las tensiones políticas y Brasil consolidaba su posición como principal proveedor de China.
Sin embargo, aún no está claro si las últimas compras representan un reajuste significativo o un gesto político a corto plazo. El comercio agrícola en general entre ambos países se enfrenta a dificultades, que van desde cambios en la política y las cadenas de suministro hasta los crecientes esfuerzos de China por diversificar sus importaciones. Cualquier envío o reserva de este mes ofrecería alivio a los agricultores estadounidenses y ayudaría a estabilizar las relaciones entre las dos economías más grandes del mundo.
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