Casi 2.000 pequeños productores nariñenses se beneficiaron de "Colombia Puede"
Luego de que finalizara el proyecto “Colombia Puede: paz y unidad a través del desarrollo productivo y el comercio”, cerca de 2.000 campesinos de Nariño dedicados a la producción de coco, cacao y lima ácida tahití en zonas rurales en El Rosario, Leiva, Policarpa y Tumaco, mejoraron su calidad de vida.
Esta iniciativa fue impulsada con recursos de la Unión Europea a través del Fondo Europeo para la Paz y se ejecutó por medio del Centro de Comercio Internacional (ITC, por sus siglas en inglés), y ayudó a fortalecer las capacidades de estos pequeños agricultores y hacerlos más competitivos en el mercado.
El proyecto duró cuatro años, y permitió que los volúmenes de producción de las cosechas aumentaran y que los precios de las frutas se elevaran, mediante el establecimiento de nuevas relaciones comerciales y el crecimiento de las unidades productivas.
Más de 350 productores, entre los que se encuentran 114 mujeres, exportaron 1.400 toneladas de lima ácida tahití y cacao a países de El Caribe, Estados Unidos y Europa. Estos envíos se lograron después de obtener 330 certificaciones para la exportación, en 146 hectáreas sembradas de esta fruta exótica, superficie que equivale a 37% del área cultivada en los municipios de Leiva y El Rosario.
En cuanto al Cacao, un total de 1.705 productores, entre los que estaban 515 mujeres, vendieron 593 toneladas de coco, cacao y lima ácida en el mercado nacional a través de nueve alianzas de comercialización. Los gremios de este sector agroindustrial reportaron un incremento de 15% en los precios del grano.
Jesús Darwin Ortíz, productor de lima tahití en Leiva, señaló que “hoy podemos decir que Colombia Puede fue un éxito total para nosotros y para los municipios porque mejoramos la calidad de vida. Este proyecto ha logrado cambiar drásticamente nuestra visión y la forma de hacer negocios. Hoy somos empresarios con una mente abierta, más seguros de nuestras capacidades y mucho más motivados para seguir vendiendo nuestras frutas. También, recuperamos el tejido social, porque debido a la violencia nos alejamos los unos de los otros y hoy vivimos en armonía”.
Diferentes actores de Tumaco desarrollaron un plan de trabajo y dotación de equipos para abrir una línea de negocios para procesar fibra de coco, con lo que esperan que 250 productores vendan el subproducto y aumenten sus ingresos, disminuyendo el impacto medioambiental que genera la estopa de coco en las orillas de ríos.
Esta iniciativa también incluyó a 33 personas firmantes del Acuerdo de Paz, agrupados en la Cooperativa Nueva Esperanza del Pacífico, mediante convenios con aliados comerciales que pretenden aumentar ventas de coco y cacao y mover los productos a la región Atlántica de Colombia.