Campesinos de Nariño logran eliminar semillas transgénicas de sus cultivos

Después de la petición de los pobladores del municipio de San Lorenzo, Nariño donde 1.500 personas solicitaban detener el uso de semillas transgéncas, el Concejo Municipal decidió apoyarlos y fallar a su favor.

La iniciativa surgió porque los campesinos notaban que el uso de estas semillas ponía en desventaja a las nativas, generándoles pérdidas económicas y problemas de salud.

“Los cultivos transgénicos han aumentado de 1.4 millones de hectáreas en el año 1996 a 175 millones en 2013; pero el 90 % del área cultivada se concentra solo en diez países (Estados Unidos, Brasil, Argentina, Canadá, India, China, Suráfrica y Paraguay, entre otros”, argumentaron los integrantes del grupo Semillas, una organización ambiental que trabaja con las comunidades rurales.

Después de seis año de lucha y trabajo, los habitantes de esta zona han manifestado que su disputa no es en contra de las empresas con cultivos transgénicos, sino que quieren proteger y lograr la soberanía territorial, ambiental y reivindicar los procesos agroambientales y ecológicos que realizan los campesinos de Colombia.

Comercialmente, según Semillas, se cultiva soya, maíz, algodón y canola, que representan el 95% de los cultivos en el mundo.

Estudios

En 2012 el profesor Gilles-Eric Séralini y su grupo de la Universidad de Caen en Francia realizaron un estudio publicado en la revista Food and Chemical Toxicology. Allí estudiaron las consecuencias de los herbicidas utilizados en cultivos de semillas transgénicas, obteniendo resultados nefastos, pues general alteraciones hormonales en la misma vía bioquímica y fisiológica.

Las ratas hembras desarrollaron tumores cancerígenos mamarios, en la pituitari y problemas renales, que las llevaban a tener una mayor mortalidad. Por el lado de los varones, murieron por deficiencias crónicas hepatorrenales.