Cafeteros prevén caída en renovación de cultivos y menor productividad por lluvias
Colombia, que cerrará el 2022 con una producción de 12 millones de sacos de café por las fuertes lluvias, también registrará una caída en la renovación de sus cafetales de 25% y una reducción del uso de fertilizantes de 20% que podrían afectar las futuras cosechas, dijo un dirigente del sector.
El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, Roberto Vélez, aseguró que la reducción de la cosecha, que podría ser la más baja en los últimos ocho años, se debe a las fuertes lluvias por el fenómeno de La Niña y a la nubosidad en las zonas productoras que retrasan la floración de los cafetales.
"Seguimos creyendo que podemos terminar el año con 12 millones de sacos. La respuesta a la caída en la producción la encontramos en el cambio climático. Cambio climático que ha venido afectando no solamente a Colombia, sino a todas las regiones cafeteras", dijo Vélez el miércoles en la tarde en una entrevista con Reuters.
"En el caso de Colombia, ya llevamos 26 meses en donde la lectura mensual de lluvias excede lo que es el promedio histórico. Es decir, tenemos una lluvia superior a lo que es normal. Y eso viene acompañado de la nubosidad y de la falta de sol y una disminución en la producción", explicó el dirigente durante una feria de cafés especiales que se realiza en Bogotá.
La Niña, un fenómeno climático que provoca un enfriamiento por debajo de los niveles normales de la superficie del Océano Pacífico oriental y central, cerca de Ecuador, provoca un aumento de las lluvias en Colombia, el primer abastecedor mundial de arábigo lavado, que no veía niveles tan bajos de producción desde 2014, cuando fue de 12,1 millones de sacos.
La cosecha de café del país cerró el 2021 en 12,6 millones de sacos.
Vélez pronosticó que las exportaciones de café podrían cerrar el 2022 entre 11,5 millones y 12 millones de sacos desde los 12,4 millones del año pasado, respondiendo a las expectativas del mercado mundial.
El dirigente sostuvo que además de la caída de la producción, el país registrará una reducción de 25% en los niveles de renovación de cafetales de alrededor de 80.000 hectáreas anuales para terminar en 60.000 hectáreas en el 2022, a lo que se suma una baja de 20% en el uso de fertilizantes por el alza de los precios de los insumos químicos.
"Esto también va a tener un precio que cobrar en la cosecha siguiente", advirtió el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros.
Menor productividad
Adicionalmente, las lluvias provocaron una menor productividad que cerrará el 2022 entre 18 y 18,5 sacos por hectárea desde 19,5 sacos por hectárea a comienzos del 2021.
El dirigente reveló que la edad promedio de los cafetales colombianos se ubicará entre 6,5 y 6,7 años al cierre del año.
Pese a las lluvias, los cafetales se encuentran sanos con niveles de roya por debajo de un 5%, mientras que la broca está por debajo de 2%.
Colombia, el tercer productor mundial de café después de Brasil y Vietnam, podría empezar a recuperar sus niveles normales de producción a comienzos del próximo año cuando se reduzcan las lluvias, pronosticó Vélez.
La libra de café en la Bolsa de Nueva York cerró el miércoles en US$2,24. Los cafeteros colombianos reciben sobre ese precio una prima de calidad de 70 centavos de dólares, lo que aumenta sus utilidades.
"Yo no veo cambios de precios grandes ahora por el momento, mientras haya esa situación precaria de producción. Sin embargo, hay que mirar qué va a pasar con el consumo, porque altas inflaciones, una desaceleración de la economía global, pues puede impactar no solamente el consumo de café, sino el consumo de todos los bienes", afirmó.
La baja en la producción se produce en momentos en que los precios internacionales del café se encuentran en sus mejores niveles en los últimos años y el peso colombiano registra una fuerte depreciación, lo que favorece a los exportadores y al sector.
Colombia tiene capacidad para producir anualmente alrededor de 14 millones de sacos.
El país sudamericano, conocido por sus cafés suaves y de alta calidad, tiene cultivadas 840.000 hectáreas con cafetales y unas 500.000 familias dependen de esa actividad.