Bogotá fortalece su red de semillas agroecológicas con un nuevo banco en Usaquén
El Jardín Botánico de Bogotá, José Celestino Mutis, inauguró en las últimas horas el Banco Comunitario de Semillas Agroecológicas de Usaquén, un nuevo espacio dedicado a la conservación y el intercambio de variedades nativas y criollas. El banco funciona en la Biblioteca Pública Usaquén – Servitá, dentro del Centro de Desarrollo Comunitario Simón Bolívar, y abre sus puertas con una colección inicial de 67 tipos de semillas pertenecientes a 11 familias botánicas de alto valor agroalimentario.
La administración del banco estará a cargo del equipo de la Biblioteca, que junto al Jardín Botánico busca fortalecer la seguridad y la soberanía alimentaria en la localidad. Este espacio beneficiará a agricultores urbanos y periurbanos, colectivos de huertas, instituciones educativas, organizaciones sociales y personas interesadas en la conservación de la agrobiodiversidad.
Con la apertura en Usaquén, Bogotá suma 13 bancos comunitarios de semillas agroecológicas, integrados en una red liderada por el Jardín Botánico. Según explicó Wilson Rodríguez, coordinador del proyecto de Agricultura Urbana y Periurbana, el nuevo banco se crea en el marco de un convenio con la Alcaldía Local de Usaquén, una de las zonas con mayor participación en agricultura urbana.
“En los últimos dos años hemos fortalecido más de 400 huertas urbanas y periurbanas en la localidad. Este banco no solo abastecerá esas huertas, sino también las del perímetro rural y el centro poblado de Serrezuela, garantizando acceso a semillas limpias y agroecológicas. Es un esfuerzo colectivo que consolida un punto estratégico de suministro y fortalecimiento para la agricultura urbana en el norte de la ciudad”, señaló Rodríguez.
Importancia de estos bancos
El banco resguarda semillas de especies de ciclo corto y largo, elegidas por su resistencia a la variabilidad climática, su valor nutricional y su importancia cultural. Entre las variedades se destacan:
- Habas de colores (Vicia faba), de alto contenido proteico y adaptadas a zonas frías.
- Maíces de colores (Zea mays), morado, amarillo y blanco, con gran valor nutricional y simbólico.
- Tomates criollos (Solanum lycopersicum), reconocidos por su sabor y rusticidad.
- apas nativas (Solanum tuberosum subsp. andigenum), ricas en antioxidantes y con amplia diversidad de formas.
- Cubios andinos (Tropaeolum tuberosum), un tubérculo ancestral de la región.
- Hortalizas de hoja como lechugas criollas y mostazas, ideales para huertas urbanas.
- rijoles de colores (Phaseolus vulgaris), que favorecen la rotación de cultivos y enriquecen los suelos.
Con esta iniciativa, Bogotá continúa consolidando su Red de Bancos Comunitarios de Semillas Agroecológicas, con la meta de llegar a las 20 localidades del Distrito. El proyecto busca proteger el patrimonio biocultural de la ciudad y fortalecer la agricultura urbana como una herramienta de resiliencia climática, sostenibilidad y bienestar comunitario.