Bioseguridad, clave contra las enfermedades avícolas como la Enfermedad Newcastle
Si bien todas las producciones pecuarias están expuestas a enfermedades contagiosas, en la avicultura los riesgos son más elevados por la facilidad de los contagios y las graves y rápidas consecuencias en muertes o perjuicios para la producción.
Aunque la amenaza de contagios como la gripe aviar, la Enfermedad Newcastle y la salmonelosis, siempre está latente, existen claras y efectivas estrategias para prevenir el contagio o contrarrestar las crisis. El manejo impecable de la bioseguridad, un adecuado plan de vacunación y una rápida reacción al momento de un brote, son acciones que pueden salvar una granja y evitar una catástrofe económica.
La bioseguridad de una planta depende de qué tan estrictas y constantes las medidas que allí se aplican. No hay cabida a descuidos, a excusas, a excepciones. El contagio es muy fácil, rápido y difícil de detener.
Los imperativos están sustentados en la ubicación y el buen estado de las instalaciones y en el manejo diario de todos los procesos.
Las autoridades de control colombianas exigen una distancia entre galpones y con otras explotaciones pecuarias de, al menos, 500 metros. Los expertos sugieren incluso más para evitar contagios entre entables.
Pero el peligro no sólo está en granjas vecinas. “La ubicación de la granja es fundamental y no se deben construir cerca a zonas pantanosas, lagos y humedales donde pueden llegar aves silvestres o migratorias que pueden transmitir enfermedades”, explica Andrés Camilo Barrios, creador y dueño de Gallinas Pro.
Uno de los principales vectores de contagio son las aves silvestres o migratorias. Por eso es fundamental que los galpones estén bien cerrados, con techos y paredes en perfecto estado, mallas sin huecos y puertas que ajusten bien.
En la operación diaria, son fundamentales los arcos de desinfección y los “pediluvios” (pequeñas piscinas para desinfectar el calzado). Uno de los aspectos más críticos es el ingreso a las granjas de vehículos y personal. Por eso son fundamentales las desinfecciones de los carros y camiones que entran y salen y una completa área de desinfección del personal donde dejen la ropa que traen de la calle”.
Las fumigaciones y desinfecciones de las instalaciones también hacen parte de esa lista de chequeo infaltable. El experto Andrés Camilo Barrios explica que “realizar desinfecciones periódicas programadas para disminuir las cargas bacterianas. Tener el alimento sobre estibas y controlar el tema de insectos o roedores que pueden contaminar el alimento”.
El bodegaje de los cuidos debe estar en un lugar limpio y cerrado, libre de insectos y roedores que puedan transmitir enfermedades.
Las aguas utilizadas tanto para el consumo de las aves como para las labores de aseo, deben ser de buena procedencia y, dependiendo de sus características y la fuente de donde se tome, deben ser tratadas para garantizar su calidad.
Es imperativo establecer un plan de vacunación de acuerdo a las características de la granja y a la zona donde esté ubicada. En regiones donde la producción de la avicultura es masiva, se consideran “calientes” y exigen unos planes adicionales a los normales de las otras granjas.
Aunque suene como lógico, algunos productores no tienen el acompañamiento del médico veterinario constante. Esta presencia es imperativa en unidades productivas grandes, no sólo para planear y ejecutar las estrategias de prevención y revisar constantemente las aves, sino para poder reaccionar rápidamente tras la aparición de algún foco de contagio.
La enfermedad de Newcastle es una infección viral que requiere notificación. Se contrarresta con la vacuna Cepa La Sota, por vía oral, nasal u ocular.
La salmonelosis es una enfermedad causada por bacterias del genero Salmonella. Existen dos serotipos de salmonela altamente patógenos y una gran variedad de vacunas disponibles. La prevención, en todos los casos, es muy clave.
Las amenazas virales y sus vacunas
Tres son las enfermedades más comunes en nuestro medio y sobre las cuales se deben extremar las medidas. La influenza aviar o gripe aviar es una enfermedad viral altamente contagiosa.
En Colombia se detectaron focos en el 2022 en aves de traspatio y silvestres. Diversos laboratorios tienen vacunas en desarrollo. La enfermedad de Newcastle es una infección viral que requiere notificación.