Así funciona la rotación de cultivos y estos son los beneficios ambientales que posee

La agricultura sostenible dispone de varios métodos para aplicarse dentro de los territorios del país. Este concepto busca asegurar una reducción o eliminación total de recursos químicos que puedan afectar las condiciones naturales de los cultivos o los suelos. De igual forma, su implementación busca ayudar a una optimización de la economía, reduciendo gastos y potenciando ingresos.

Un método que se ha vuelto popular es el uso de la rotación de cultivos. Por lo general, si hay un único cultivo que se da sobre un pedazo de tierra, es mucho más probable que ocurran problemas como el desgaste de la tierra o la aparición de plagas en las plantas. Esto fomenta el uso de productos que no son buenos para el medio ambiente como los fertilizantes químicos.

Con el fin de evitar que ocurran este tipo de cosas, la rotación de cultivos es algo recomendable. Básicamente esto se basa en tener una variedad de productos sembrados en cierta cantidad de terreno. Este tipo de variaciones en la tierra tiene el propósito de mantener la biodiversidad en los alrededores y aprovechar la absorción de sustratos del suelo para su cuidado.

Dentro de los principales beneficios que tiene este método, es la baja dependencia de fertilizantes que hay dentro de los cultivos. El uso de estos productos se reduce mucho debido a la capacidad que tienen las plantas para regular los niveles del suelo, como, por ejemplo, en los niveles de saturación del nitrógeno.

A esto se le suma la protección contra la erosión y las buenas cantidades de agua que se pueden retener. Esto fomenta la reducción del uso de fuentes hídricas, y por ende, protege a otras especies que habitan la zona.

En términos de optimización de la producción, la rotación de los cultivos permite tener cosecha durante una gran parte del año, reduciendo los impactos ambientales de sequías o exceso de precipitaciones.