Así funciona la producción de huevos orgánicos, un sistema agroalimentario sostenible
Al igual que muchas industrias del sector agropecuario, cada vez se desarrollan nuevos sistemas de producción sostenible y diferentes alternativas para responder a un mercado que demanda mejores prácticas ambientales. Organismos multilaterales como la FAO entienden que la seguridad alimentaria no se logrará sin modificar los modelos agroalimentarios, pues el cambio climático tiene una incidencia importante en el agro.
Existen modelos de producción de huevos orgánicos, que no solo dan trazabilidad del trato a las gallinas ponedoras, sino que buscan dar un valor nutricional más alto para los consumidores.
Andrés Camilo López, cofundador de Gallinas Doradas, una empresa dedicada a este subsector de la industria avícola, explicó que “uno de las grandes diferencias que podemos ofrecer con un tipo de huevo de estos es el bienestar animal, ya que mucha gente se preocupa por eso, no solo por comerse su carne sino conocer la trazabilidad y procedencia de donde viene”.
Estas gallinas ponedoras tienen una alimentación más saludable y transmiten mayor calidad nutricional para el consumidor.
“En estos momentos estamos certificados por Negocios Verdes de Pereira, por la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Carder) y Negocios verdes de Manizales por Corpocaldas, son veedores de que lo que decimos y escribimos en las etiquetas a los clientes es verdad. Estamos certificados como agroecológicos” agregó.
¿Cómo funcionan estos sistemas?
Estas aves tienen una casa como un galpón convencional, pero tienen una puerta por la que pueden salir las veces que quieran.
“Tenemos muchas leguminosas sembradas que les aporta calidad nutricional al huevo; hay diez tipos de planta en cada pastoreo y en cada potrero, como si fuera ganado, y tiene la libertad de salir a comerse lo que quiera a la hora que quiera”, explicó.
López explicó que al tener este tipo de sistemas la productividad baja, ya que los concentrados lo que hacen es explotar al máximo el ave y la pone a producir todo lo que pueda.
“Cuando empiezas a dar estos productos orgánicos y nativos y naturales no está forzada a producir tan rápido y baja la productividad, cuando se va al supermercado y se escoge un producto orgánico puede costar hasta seis veces más que el convencional, porque es menos la productividad”, explicó.
Sin embargo, con sistemas de este tipo la longevidad de las gallinas aumenta a pesar de que no tienen la misma productividad.
“Normalmente en un sistema tradicional la vida productiva es de 15, 16 y 17 meses, con nosotros puede llegar a los dos años y medio o tres años en producción, casi que se les duplica la vida”, agregó.