Ajo, orégano y tomillo, opciones para remplazar los antibióticos en la industria avícola
Obteniendo una mezcla de extractos de estas plantas se podría acceder a una mejor alternativa para reemplazar los antibióticos promotores de crecimiento (APC) empleados en la industria avícola, con el fin de asegurar la inocuidad alimentaria, mejorar los índices productivos y proporcionar bienestar animal.
Así lo definió un estudio realizado por Alejandra Victoria Ruiz Real, del Departamento de Producción Animal de la Universidad Nacional de Colombia (Unal) en Bogotá, quien explica que los APC disminuyen la digestibilidad de proteína de las aves debido a factores antinutricionales como algunos inhibidores de tripsina, derivados del frijol soya crudo, que afectan directamente el páncreas, induciendo hipertrofia e hiperplasia pancreática. También se obtuvieron hallazgos sobre daños de la mucosa intestinal, pérdida de aminoácidos endógenos y disminución del rendimiento productivo.
Esta situación ha llevado a incrementar el uso de extractos de plantas en el mundo, para potencializar el nivel productivo de las aves de corral, tanto por sus ventajas económicas como por los beneficios para la salud de los consumidores.
Según la investigadora, “el crecimiento de la industria avícola, las condiciones intensivas de cría y los cambios en el entorno ambiental han aumentado la incidencia de infecciones por diversos patógenos”.
Esto es especialmente crítico durante las primeras semanas de vida del pollo de engorde, motivo por el cual se necesitan recursos considerables para mantener el estado de salud de las aves mediante el suministro de aditivos que permitan controlar la incidencia de microorganismos y la alteración de parámetros productivos.
Efecto antimicrobiano
Los extractos de planta son antimicrobianos, es decir, sus propiedades tienen un efecto tóxico que mata las poblaciones de patógenos y evita que los animales presenten algún problema de salud como diarrea, enteritis, reducción de la ingesta o retardo en el crecimiento.
Como parte de la investigación, se llevó a cabo un experimento con 480 aves de un día de edad, divididas en tres tratamientos: Grupo A, con una dieta sin aditivos promotores; Grupo B, suplementado con ACP como bacitracina, metileno, disalicilato y halquinol; y Grupo C, con una mezcla de extractos de plantas de ajo (7 %), orégano (10 %) y tomillo (10 %). A todos los grupos se les suministró una mezcla de 3 % de frijol y soya. El experimento se llevó a cabo hasta los 35 días de edad.
El ensayo evidenció que el grupo tratado con extractos de planta presenta mejor desarrollo del cuerpo y resultados positivos en relación con el peso de órganos como la molleja, el proventrículo, el páncreas y el intestino delgado.
Finalmente, se demostró que la ingesta de extractos de plantas en la dieta de las aves tuvo efectos beneficiosos sobre la calidad de la carne almacenada, gracias a sus propiedades antioxidantes que reducen o retrasan la oxidación de los lípidos. Por otro lado, la suplementación con aceites esenciales mejora la proporción del músculo de la pechuga en un 1,2 %.