El agua salada puede ser un arma de doble filo para la producción de los alimentos
Le creciente demanda de alimentos, la reducción de la cantidad de las fuentes hídricas y la necesidad de optimizar el uso de los recursos, son tres de los principales factores que afectan al mundo agrícola hoy en día. Esto ha llevado a pensar en diferentes estrategias que puedan solucionar estas tres necesidades.
Actualmente, 97% del agua que hay en el planeta es salada que se encuentra en los océanos y mares. Si bien el uso de este tipo de recursos es muy peligroso para la agricultura, hay algunas vías por las que puede aprovechar el agua salada para sus cultivos.
Tenga muy claro que, como método de riego, el uso de agua salada no es para nada recomendable dentro de sus cultivos. La implementación de este recurso puede ser mortal para las plantas, afectando directamente su producción y dañando el terreno en el que se está sembrando el producto.
Sin embargo, utilizar esta agua si puede ser rentable si lo hace a manera de fertilizante o abono. El recurso marino tiene algunos minerales que pueden ayudar para la vida de las plantas (en bajas cantidades). Entre estos elementos se pueden encontrar el sodio y el cloro, que tienen un buen efecto frente al desarrollo de los cultivos.
Aunque haya algunas funciones que pueda tener el agua salada en los cultivos, esto ha representado un gran problema para algunos agricultores. Así lo manifestó el Centro Climático del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. La entidad afirmó que los crecientes nivel del mar están afectando una gran cantidad de territorio en la costa noreste, dejándolo inútil para las labores de siembra y potencial cosecha.
El Usda explicó que para mitigar estos impactos se pueden implementar algunas técnicas como el uso de compostaje con estiércol de bajos niveles de sal para ayudar con el estado del suelo. También es recomendable el uso de cultivos de cobertura, que pueden ayudar a filtrar la cantidad de sal que llega con el agua.