Agricultores argentinos inician huelga comercial por aumento en importaciones de soja
Productores agrícolas de Argentina iniciaron hoy una huelga comercial de cuatro días en protesta contra un aumento en el impuesto a las exportaciones de soja, aunque la medida no afectaba los embarques de uno de los principales exportadores mundiales de alimentos.
Tres de las cuatro principales asociaciones rurales del país anunciaron la medida la semana pasada tras las frustradas negociaciones con el Gobierno argentino, que elevó a 33% la tasa a los embarques de soja desde el 30% previo, en medio de una grave crisis económica y un alto déficit fiscal.
Como muchos productores concentraron sus operaciones en recientes días para evitar la medida de fuerza, los efectos de la protesta recién comenzarían a sentirse el martes, cuando los granos y la carne vacuna ya vendida deje de arribar a los mercados, según los expertos.
"Seguramente mañana se va a sentir" la protesta en Rosario, dijo a Reuters Guillermo Wade, gerente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (CAPyM). En Rosario se embarca cerca del 80% de las exportaciones de granos y derivados de Argentina.
Según datos provistos por CAPyM, el lunes ingresaron cerca de 4.800 camiones con granos a las terminales ubicadas sobre el Río Paraná, donde están emplazados los puertos de la zona de Rosario. El mismo día de la semana pasada el número de camiones fue de cerca de 3.100.
"La actividad en la zona portuaria (de Rosario) es totalmente normal", agregó Wade, y dijo que no se prevé que la medida tenga impacto sobre los embarques de granos porque las compañías cuentan con reservas en sus puertos y porque aún no comenzó la cosecha de la nueva soja.
Argentina es uno de los mayores exportadores mundiales de soja y de maíz, cuya cosecha está recién en la etapa inicial.
La protesta, sin embargo, tiene un alto impacto político, ya que vuelve a editar el enfrentamiento entre el sector agrícola y un Gobierno peronista, en este caso es liderado por el presidente Alberto Fernández.
Durante los dos mandatos de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner -entre 2007 y 2015-, los agricultores mantuvieron un crudo enfrentamiento con el Gobierno, que llegó a su pico cuando en 2008 la mandataria intentó también subir los impuestos a los embarques de soja.
Las prolongadas y agresivas protestas concluyeron con la marcha atrás del Gobierno y la renuncia del entonces jefe de Gabinete Alberto Fernández.