Acuerdo por $4.654 millones buscará hacer frente a la pudrición de cogollo en el país
La pudrición de cogollo es el mayor reto que enfrentan los palmicultores en Colombia. Para combatir esta enfermedad, el Ministerio de Agricultura y Cenipalma firmaron un convenio de asociación por $4.654 millones, con el cual buscarán beneficiar a los palmicultores con cultivos en Magdalena, Cesar, Bolívar y Santander, cuatro de los departamentos donde hay mayor presencia de esta enfermedad. De estos recursos, $4.200 millones serán aportados por la Nación, a través del Madr, y $454 millones por Cenipalma. La ejecución de estas partidas se realizará durante lo que resta del año.
Con estos recursos, ambas entidades apuntan a la eliminación mecánica y ambientalmente controlada de, por lo menos, 207.945 palmas de aceite afectadas en áreas brote de la enfermedad sin evidencia de recuperación, en los predios que accedan voluntariamente al beneficio. Lo anterior, con el fin de reducir la presión del inóculo, disminuir la velocidad de avance de la enfermedad y dar el primer paso hacia la renovación productiva con cultivares resistentes en las subzonas palmeras de las zonas Norte y Central del país.
El director general de Cenipalma, Alexandre Patrick Cooman, resaltó la importancia de conseguir eliminar brotes completos. “De esta forma se logra un impacto real sobre la región y no un beneficio particular a corto plazo sobre algunos predios”, afirmó.
Según el reporte de Cenipalma, en el Magdalena, 70% de las plantaciones presentan casos de pudrición de cogollo (PC) con diferentes niveles de incidencias y grados de severidad. Alrededor de 11.000 hectáreas de palma de aceite han sido afectadas, de las cuales 6.000 ya han sido eliminadas.
Los municipios más afectados son: Aracataca, Zona Bananera, El Retén, Pueblo Viejo, Fundación y Pivijay. Sin embargo, la velocidad de avance es muy alta. Lo que se busca con las acciones que se desarrollarán a través del convenio entre el Ministerio de Agricultura y Cenipalma es proteger las áreas aledañas con menos afectaciones de PC y “generar un ambiente propicio de cara a la renovación productiva y la reactivación económica de las áreas afectadas”.
Por su parte, la Gobernación del Magdalena, para lograr mitigar los efectos de la enfermedad, actualmente trabaja en la implementación de un plan de control de plagas de los principales sistemas de producción agroindustriales y de seguridad alimentaria, en la cual el sector palmicultor está inmerso y busca obtener recursos para apoyar a los municipios con Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (Pdet) más afectados por la pudrición de cogollo.
Cabe resaltar que esta enfermedad, que puede acabar con cultivos enteros, ha representado pérdidas por hasta US$3 billones en la última década, según información de Cenipalma. Esta cifra se calcula con base en el ingreso que se deja de percibir por la merma en la productividad y por la eventual muerte de las palmas debido al insecto plaga R. palmarum.