A los compradores de café colombiano les preocupa la coyuntura social y los bloqueos
Esta semana los caficultores han recibido la grata noticia de tener el café en precios máximos históricos, con US$2,11 la libra en la Bolsa de Nueva York y un precio interno de la carga de 125 kilogramos en $1,44 millones.
Sin embargo, estos precios que internamente jamás se habían visto en la historia cafetera y externamente no se veían desde 2016, no están siendo totalmente aprovechados, pues los bloqueos han generado represamientos del grano y retrasos en las entregas internacionales.
Bajo este panorama, el gremio cafetero y participantes del sector señalan que el impedimento de las entregas pone en desventaja al café colombiano, pues los tostadores que utilizan este café en sus mezclas ya están advirtiendo que no quieren comprometerse comercialmente con el café colombiano, por los problemas sociopolíticos del país.
Ejemplo de ello es Café San Alberto, una empresa de café premium que exporta hacia países como Estados Unidos y Canadá, a través de grandes distribuidores como Amazon, quienes aseguran que ya hay clientes que saben de los problemas sociales que vive el país, por lo que no están mostrando interés y ven con preocupación la compra inmediata del café colombiano.
“Hemos recibido correos que dicen: Lamentamos lo que está pasando, mejor hablemos en el segundo semestre. Ya hay un voz a voz de que aquí hay problemas y los mismos clientes internacionales no están interesados porque dicen que no se quieren meter en problemas. Hay una preocupación por la coyuntura, porque no hay certeza de que el café que compren llegue a Puerto”, aseguró Juan Pablo Villota, director de la empresa.
Además, el directivo señala que aunque en temas de café premium el mercado da más espera, con los grandes importadores no es igual, porque el riesgo recae en que al haber retrasos, las firmas prefieren no comprar café local y optan por otros orígenes, por lo que al final podrían terminar de quedarse con ese producto, ya que es más barato, dado que el café colombiano no solo se negocia por el valor en Bolsa, sino por una prima adicional que se le da por aroma y calidad, la cual hace que el precio se mantenga hoy por encima de US$2.
En este tema Luis Miguel Ramírez, representante ante el Comité Directivo de la Fedecafé, asegura que el problema será volver a conquistar esos mercados, que por los retrasos están comprando otro tipo de café. “Los tostadores salen a sustituir nuestro café y ahí se pone en riesgo la comercialización del café local”, expresó.
Exportadores, los más afectados con el paro
Aunque los bloqueos tienen más de 700.000 sacos de café de todo el país represados, la cosecha sigue y las más de 550.000 familias cafeteras siguen recibiendo el pago por esta. Esto, gracias a la herramienta de la garantía de compra, un instrumento comercial que impide que los caficultores se afecten por las externalidades. En este punto, Guillermo Trujillo, miembro de la Junta Directiva de Empresarios por la Educación, aseguró que con esta herramienta, los caficultores se protegen, pero los exportadores son quienes resienten más las consecuencias. Sin embargo, recalcó que esta es una industria capaz de solventar esta crisis.